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Ofensiva transhackfeminista

Por Klau Kinki /

3 nov 2015

Your machine is a battleground*

Después de muchas vueltas sobre este texto, de intentar encajar en tan poco tiempo ganas bestiales de cerrar ciclos que aún no cicatrizan, de desclasificar[1]archivos y experiencias invisibilizadas y en muchísimos casos desconocidas, como la traumática muerte de generaTech[2], me decanto por otra estrategia.

Nunca he aguantado la despolitización sobre sexo-género en los espacios tecnológicos libres (hacklabs u otros espacios rizomático-virtuales que conozco), por no decir que me enferma su profunda normatividad heteropatriarcal. Se acabó el buen rollo. Se acabó el silencio. Se acabaron las medias tintas.

Mi deseo por encontrar y/o generar un lugar donde fluyera el feminismo cyborg, la disidencia tecnopolítica y biopolítica más allá de binarismos corporales, me llevó a una deriva práctica de conceptos y acciones situadas en diversos posicionamientos. Comencé por el clásico y generalista «género y tecnología», luego probé la adaptación cruzada de herramientas como en las «cartografías tecnofeministas»[3]. Poco a poco, el discurso se fue radicalizando hacia el «hacktivismo feminista queer», para resituarlo recientemente como «hacktivismo transfeminista» y finalmente situarnos hoy desde el «Transhackfeminismo». Es decir, un transfeminismo que opera hackeando todo a su alrededor.

No soy programadora, no encajo en la categoría mujer, no soy ni feminista de la diferencia ni abolicionista (¡ni muerta!), y no creo al ciento por ciento en las alianzas de coños solo por ser coños, como tampoco me fío de alianzas basadas en el software o hardware libre. Las reconozco como alianzas necesarias, pero me he llevado demasiadas sorpresas desagradables.

El transfeminismo radical ha de ser una base mínima que no he de transar más, no confío en quienes no se cuestionan, no reflexionan ni desarrollan un mínimo posicionamiento crítico sobre el sexo-género y el sistema patriarcal. Eso sí, sin puritanismos inocentones y conservadores... ¡Fuera! ¿Asistencialismo? No, gracias, asco me da.

Actualmente me encuentro experimentando en Calafou[4], un proyecto de envergadura compleja que carece por completo de una perspectiva crítica al respecto. Despolitización y negación continua de problemáticas de género y jerarquías patriarcales. Un entorno muy duro y embrutecedor, paraíso de machirulos de paso y no tan de paso. Allí estoy con la clara y fija intención de lograr un posicionamiento político menos retrógrado (por no decir lo menos) y que se reconozca de una vez por todas la gran necesidad de asumir manifiestamente una política (trans)feminista, e implementar lo que ya existe de manera subterránea y opera rizomáticamente con gran fuerza, aunque nos invisibilizen y machaquen constantemente. De aquí surge con fuerza un nodo estratégico de ofensiva: PECHBLENDA.

 

El presente artículo fue publicado en la antología compilada por Miriam Solá y ElenaUrko: Transfeminismos: Epistemes,fricciones y flujos, Tafalla, Txalaparta, 2013.

 

Referencias 

*Parafraseando a Barbara Kruger: «Tu cuerpo es un campo de batalla».

[1]Dar prioridad a documentos olvidados, perdidos, escondidos, o mal difundidos, documentos que permitan abrir nuevos debates en torno a las relaciones entre las formas de hegemonía sociocultural y las diferentes prácticas de actualización o cuestionamiento de esta en sus aspectos políticos e históricos. http://www.desclasificacion.org/ 

[2]generaTech rip (2007-2010) murió de un cáncer interno en diciembre del 2010, un tumor predeterminado por su propia genética: la institucionalidad burocrática. Sobrevivió una cáscara virtual en forma de plataforma audiovisual que poco a poco devora el spam farmacopornográfico. Un ataúd online profanado. Su desclasificación es inminente.

[3]¿Cartografías tecnofeministas? Trazar ciberestrategias para utilizar las tecnologías en beneficio de nuestras satisfacciones, ideas, campañas, resistencias o lo que nos salga del coño. http://desobedienciasexual.blogspot.de/p/programa.html

[4]Calafou, colonia ecoindustrial postcapitalista, una colonia textil fundada hacia 1850 en el municipio de Cabrera d’Anoia, sobre el río Anoia. Hacia 1960, sus moradores la abandonaron, pero se mantuvo su actividad industrial, con varias empresas que usaban las naves y el uso hidroeléctrico de la antigua turbina. En 2004, un incendio quemó una fábrica de pinturas y se aceleró su abandono. http://www.calafou.org

Klau Kinki

Investigadora

Investigadora chilena de Pechblenda Lab, proveniente de Chile, es una hacker que trabaja activamente con los motores y el cuerpo (bio-hacker). Le interesa el gynepunk, biohack, diagnóstico de creación a precios accesibles, DIWO (Do It With Others), bio-laboratorios, cellotronics y transhackfeminismo.