La arqueología de medios, también conocida como arqueología mediática, es un campo de estudio experimental dedicado a indagar la cultura mediática como una condición cultural bajo la influencia constante de medios como el cine, la radio, el teléfono, la fotografía, la televisión y otros menos renombrados. Uno de sus motores principales es responder cómo los nuevos entornos tecnológicos, surgidos en la era moderna, configuran modos de ver, oír, pensar y sentir.
Este campo de estudio deriva del concepto de arqueología del saber de Michel Foucault y su metodología para excavar en las condiciones de la existencia; en este sentido, ‘Arqueología’ significa escarbar en los motivos por los cuales algunos objetos, discursos o, para estos fines, el uso y apropiación de ciertos aparatos se insertan en determinada situación cultural. Impulsado por este razonamiento, el filósofo Friederich A. Kittler extendió dicha lectura a la medida para que este trabajo arqueológico abarcara un conocimiento tecno-mediático, ya que tales condiciones de existencia no solo son discursivas o institucionales, sino que están fuertemente ligadas a las redes y a los descubrimientos científicos. Kittler quería ver a los medios tecnológicos de la misma forma en que Foucault veía archivos, libros y documentos escritos, resaltaba que era necesario enfatizar en los medios tecnológicos empleados con la finalidad de adquirir conocimiento, como una condición a priori para alcanzarlo, considerando que el género humano consume y produce información, percibe, siente y memoriza.
Con este y otros antecedentes filosóficos provenientes de Walter Benjamin, Jean Baudrillard y Marshall McLuhan, han surgido diversas definiciones y prácticas de la arqueología de medios. En una entrevista al teórico Jussi Parikka afirma que dar una definición de arqueología de medios no es posible ya que depende de a quién se le pregunte. Más adelante detalla que para Erkki Huhtamo es el topos recurrente de la cultura de medios en contraste, Siegfried Zielinski prefiere la noción de an-arqueología que busca romper con la linealidad de las narrativas históricas; en este sentido, los medios se entienden en todas sus variantes desde los cruces entre disciplinas como la biología, la paleontología, la geología, la literatura, la historia, las artes, la tecnología y la arqueología. Para el mismo Parikka, la arqueología de medios es una apertura teórica estimulante para pensar las culturas materiales con una perspectiva histórica que propone la necesidad de pensar cuestiones transdisciplinares del arte, la ciencia, la filosofía y la tecnología.
Esta diversidad de perspectivas pone un acento en el hecho de que la arqueología los medios conforma un campo teórico abierto a discusiones teórico culturales entre el pasado y el presente. Un rasgo importante y común entre quienes investigan o teorizan bajo este concepto es la mezcla de metodologías y disciplinas, entre ellas la filosofía, la ciencia, la literatura, la ciencia ficción, la historia, distintas tradiciones de teoría de medios, los estudios cinematográficos y de las artes mediales, siempre con una perspectiva transversal que implica la especulación en torno al tiempo, la obsolescencia y las historias experimentales de la tecnología. Las diferencias entre sus exponentes son más que nada a nivel de objetos de estudio, pues en general se percibe un diálogo constante y sonante entre ellos, además de reconocimiento de las ideas de los otros. Cada uno explora distintos aspectos teóricos ejemplificados con medios específicos; por ejemplo pantallas, dispositivos sonoros o audiovisuales como los teléfonos móviles, instrumentos musicales o cámaras cinematográficas. En este tenor, la arqueología de medios plantea una historia no lineal ni teleológica de los medios, busca historias alternativas, caminos abandonados, conexiones entre dispositivos y momentos históricos distantes. De alguna manera, se trata de analizar las condiciones de la existencia de los objetos culturales mediales, sus procesos y fenómenos.
Descubrir lo nuevo en lo viejo
Zielinski sostiene que elaborar un entramado narrativo que contemple las relaciones transdisciplinarias a modo de constelaciones asegura una riqueza de variantes, de ahí su metodología anárquica conocida como “variantología”: la suma imaginaria de todas las posibles genealogías de fenómenos mediales, que puede resumirse como las relaciones de tiempo profundo que existen entre arte, ciencia y tecnología1. La finalidad de esta metodología es entender los medios desde otras perspectivas que van desde los orígenes y procesos de construcción —un cruce entre la literatura de ciencia ficción de principios del siglo XIX y los inclementes procesos de extracción minera—, la lectura que reporta la factura de los dispositivos tecno-mediales en sí mismos —materialidad, usabilidad y obsolescencia —, y la apreciación de que la cultura de medios se desenvuelve en capas sedimentadas, pliegues de tiempos profundos y materialidades que permiten que el pasado sea “descubierto” como algo nuevo.
En el libro, Media Archaeology: Approaches, Applications, and Implications, Huhtamo y Parikka, coinciden en cuestionar el rechazo de la historia por la cultura y la teoría de los medios por igual al señalar continuidades y rupturas hasta ahora inadvertidas. Como consecuencia, el área de estudios de los medios se ha rezagado por siglos y se ha extendido más allá del mundo occidental. Para estos teóricos, esta sería la contrahistoria de los perdedores: callejones sin salida, cabos sueltos e invenciones que nunca llegaron a ser un producto material, pero que cargan con historias importantes que contar.
La perspectiva de Erkki Huhtamo, formado como historiador cultural, se basa en realizar un estudio de los topos en la arqueología de medios, es decir los motivos recurrentes que la cultura de medios recicla. En la conferencia "What is Media Archaeology?" (2012), relata cómo fue que una caricatura satírica de 1911 de Harry Grant Dart, en donde se ve un personaje rodeado de dispositivos, lo inspiró para dedicarse a pensar y rastrear cómo en la historia de los medios existen ideas o manías cíclicas, como la vigilancia, la multitarea y la robótica, que van y vienen en un polílogo interminable entre pasados y presentes. En su artículo "Kaleidoscomaniac to Cybernerd. Towards an Archaeology of the Media" Huhtamo concluye que el enfoque arqueológico de los medios tiene dos objetivos principales: el estudio de los elementos cíclicamente recurrentes y los motivos que subyacen y guían el desarrollo de la cultura de los medios y, en segundo lugar, la “excavación” de los modos en que estas tradiciones y formulaciones discursivas han “dejado su huella” en medios específicos como máquinas y sistemas en diferentes contextos históricos, contribuyendo a la construcción de su identidad en términos de redes de significación social e ideológicamente específicas. Este tipo de enfoque enfatiza lo cíclico en lugar del desarrollo cronológico, así como la repetición en lugar de la innovación única.2
El enfoque de la arqueología de los medios de Huhtamo se dirige hacia las historias de los medios olvidados o rechazados, en oposición a aquellos “exitosos” o más visibles que ocupan los lugares principales en las narrativas canónicas. Por ejemplo, los caleidoscopios, el panorama móvil u otros dispositivos que no ocuparon un sitio dominante en la historia, pero que al revisarlos con una perspectiva amplia es posible identificar aquellas ideas que les dieron origen las cuales se conectan con otros elementos del presente: pantallas de teléfonos móviles o el arte multimedia. Al ir más allá de las narrativas canónicas se visibilizan otras que resultan en versiones alternativas de las historias de la fotografía, el cine o las telecomunicaciones y nos permiten dar cuenta de cómo lo viejo y lo nuevo se afectan, informan y penetran el uno en el otro.
Aplicaciones en el arte
En una entrevista con Garnet Hertz, Jussi Parikka subrayó que la arqueología de los medios existe en algún lugar entre las teorías materialistas de los medios y la insistencia en el valor de lo obsoleto y lo olvidado a través de las nuevas historias culturales que han surgido desde los años ochenta. Para él, la arqueología de los medios es un análisis teórico refinado de las capas históricas que permean dichos medios desde sus singularidades estéticas, culturales y políticas. Y más que atender teóricamente las relaciones entre los nuevos y los antiguos mediadas a través de archivos concretos y conceptuales, cada vez más, la arqueología de medios es un método para generar prácticas de arte y diseño.
Como ejemplo de estas prácticas en México pensemos en la exposición (READY) MEDIA del Laboratorio Arte Alameda, en la Ciudad de México, un proyecto inspirado en los ready-mades que surgió de la necesidad de volver viva la documentación del Laboratorio. La expo reunía el material artístico del Laboratoria Arte Alameda en sus primeros diez años de existencia. Este material fue analizado desde la perspectiva de la práctica artística relacionada con medios, tecnología y cuestionamientos estético-políticos provocados por estas prácticas desde inicios del siglo XX. Esta investigación exponía la relación empleada entre la técnica, la ciencia y el arte, sin embargo también muestra trabajos con otras disciplinas fuera de esta tríada.
La arqueología de medios y el performance académico
La arqueología de los medios de Wolfgang Ernst tiene sus raíces en el trabajo teórico de Friedrich Kittler, con un enfoque materialista estudia la historia, la memoria y la cultura. Su trabajo abarca textos teóricos sobre la memoria y los archivos (Digital Memory and the Archive), así como casos de estudio específicos en la relación entre sonido y tiempo (Sonic Time Machines). Su labor académica no se detiene en la impartición de clases y la publicación de artículos o libros; Ernst considera que la enseñanza o el estudio de los medios no puede reducirse únicamente a lecturas y producción de textos, sino que los medios deben ser experimentados de formas performáticas. Esta idea lo llevo a fundar el Media Archaeological Fundus en la Humboldt University de Berlín, un lugar que alberga un acervo de medios tecnológicos que, según Ernst, podrían parecer obsoletos pero que al estudiarlos desde una perspectiva operacional de la arqueología de medios, se pueden convertir en “retro-vanguardistas”.
La Universidad de Boulder Colorado tiene un espacio similar dedicado a la preservación y el estudio de medios tecnológicos, fundado y dirigido por Lori Emerson, quien considera que la arqueología de medios ofrece una desconfianza conceptual de la cultura actual y de la ideología progresista de los medios. En su libro Reading Writing Interfaces interroga los modos en los que nos relacionamos con los soportes de lectoescritura según sus rasgos materiales. El Media Archaeology Lab (MAL) es un sitio para la investigación y la enseñanza interdisciplinaria así como para la creación a través del cruce con herramientas digitales y plataformas obsoletas, también cuenta con programas de investigación y residencias artísticas. En este espacio convergen académicos y estudiantes de los departamentos de literatura, arte, estudios de medios, historia de la tecnología, computación, bibliotecología y archivística. Allí se aloja un archivo de piezas de arte y literatura electrónica preservadas junto con sus plataformas originales. De acuerdo con su fundadora, el MAL existe como un espacio “variantológico” en sí mismo, un lugar donde, dependiendo de los enfoques, se pueden encontrar áreas de investigación y enseñanza.
Durante el Encuentro sobre Arqueología de los Medios, organizado en 2017 por la Cátedra de Diseño y Creación Multimedia de la UOC y el Grupo Interdisciplinario de Investigación DARTS en la Universitat Oberta de Catalunya, Thomas Elsaesser expuso a la arqueología de medios como un síntoma, más que como un método innovador. Su postura, ubicada desde una revisión de la historia y la genealogía del cine, prioriza plantear una serie de cuestionamientos más que definir el término, se pregunta si la arqueología de los medios es una ideología o una nueva forma de generar conocimiento.
La arqueología de los medios denota cosas distintas para practicantes distintos pero, ¿qué mantiene unidos los enfoques de los arqueólogos de esta corriente? Parikka diría que el descontento con la canonización de las narrativas de la cultura y la historia de los medios.
[1] Moller, N. (2012). Entrevista con Siegfried Zielinski, laFuga, 14. [Fecha de consulta: 2019-04-03] Disponible en: http://2016.lafuga.cl/entrevista-con-siegfried-zielinski/531
[2]http://web.stanford.edu/class/history34q/readings/MediaArchaeology/HuhtamoArchaeologyOfMedia.html
Referencias
Parikka, Jussi. What is Media Archaeology? Polity Press. Cambridge-Maden, 2012.
Huhtamo, Erkki & Parikka, Jussi (eds). Media Archaeology. Approaches, Applications, and Implications. University of California Press. Berkeley-London, 2011.
UOC - Universitat Oberta de Catalunya. 17 enero 2018. La arqueología de los medios como síntoma, Thomas Elsaesser. https://www.youtube.com/watch?v=6S_TJF-p_Uk&t=2117s