En el marco del 8M, recordamos y reconocemos la pugna porque el aborto sea legal, seguro y gratuito en nuestro país, así como a todas aquellas redes de mujeres que se dedican al acompañamiento y cuidados en situaciones de esta naturaleza. En esta entrevista, Ella, cuyo nombre se mantendrá anónimo, nos habla sobre la conformación, labores y procesos de acompañamiento de la Red de Acompañantas de la Meseta Purépecha, una organización de mujeres con conocimientos de medicina ancestral que apoyan a las mujeres de las comunidades rurales indígenas de las comunidades purépechas en este difícil proceso.
Yotzin Viacobo: ¿Cómo es que surge esta red y cuánto tiempo llevan colaborando con mujeres en necesidad de abortar?
Ella: Soy una miembro integrante de la Red de Acompañantas de la Meseta Purépecha. Tenemos relativamente poco tiempo trabajando, pero comenzamos con esta necesidad de trabajar o de hablar sobre temas de aborto en espacios donde no es común y no llega la información. Normalmente, la información sobre el aborto seguro está muy centralizada en las ciudades, principalmente en Ciudad de México. En Morelia, la capital del estado, también, pero es un tema que aún necesita diseminarse y plantearse en las comunidades rurales. Eramos un grupo pequeño que trabajamos principalmente con comunidades indígenas purépechas, pero después de un encuentro donde hubo un diálogo nos dimos cuenta de que éramos varias mujeres las que hacíamos acompañamientos de aborto en diferentes comunidades, sin embargo no estábamos enteradas de que éramos muchas y vimos la necesidad de trabajar en conjunto y comenzar a sumar esfuerzos. Algunas ya tenían como 4 o 5 años trabajando en esto de forma individual.
Comenzamos hace un año y medio, pero sin un nombre para nuestra agrupación. Tenemos 6 meses ya con el nombre y a partir de que hicimos oficial la formación de la Red de Acompañantas, abrimos una página en fb, para facilitar a las mujeres ponerse en contacto con nosotras.
YV: ¿Qué ha cambiado a partir de que ustedes se agrupan? ¿Cuál ha sido el vuelco en esta sinergia con la que ahora trabajan?
E: Lo primero es que ya somos un grupo, nos acuerpamos y nos respaldamos entre nosotras. Eso sucedió en nuestro primer encuentro, darnos cuenta de que no somos las únicas y de que no estamos haciendo este trabajo solas. Lo segundo es que estamos armando un manual, un procedimiento para acompañar los procesos de aborto. Cada una tiene sus propios métodos, sin embargo, vimos la necesidad de trabajar juntas. Unas compañeras trabajan con parteras, algunas otras trabajamos medicina tradicional y sobre todo la parte espiritual, no desde el enfoque de la religión católica sino desde nuestra propia cultura. Tratamos de que sea un acompañamiento integral, que lleve la parte médica, la parte de medicina tradicional y la parte de un acompañamiento espiritual, pero sobre todo buscamos que sean acompañamientos presenciales. Uno previo durante el proceso del aborto y uno más para el proceso posterior, para cerrar un ciclo. Muchas veces no se le da importancia a esta última parte, pero es fundamental.
YV: ¿Cómo comienza el proceso integral, de principio a fin? Hay una chica que desea abortar, ¿cómo accionan?
E: Lo primero es el acercamiento de mujeres que requieren el servicio. Si bien la página es nuestro primer vínculo, no es elprincipal. La mayoría de las veces,, las mujeres han llegado por otras chicas que han tenido procesos con nosotras o por algunas colaboradoras que nos las refieren.
Lo siguiente es identificar las condiciones en las que se encuentra la mujer que requiere el servicio. No siempre están acompañadas, no siempre sus familias saben que harán este proceso y no siempre tienen los recursos para trasladarse. Lo que buscamos es conseguirles, en primera instancia, los medicamentos. Después, si alguna no puede solventarlo, nosotras tratamos de pagar los estudios más necesarios: un ultrasonido, una prueba de embarazo, lo que esté dentro de nuestros recursos. Lo tercero es darle un espacio seguro donde pueda llevar su proceso y estemos nosotras al pendiente y podamos principalmente acompañarla, que es la finalidad de esto, que no se sienta sola.
Este acompañamiento muchas veces implica que las mujeres se trasladen de una comunidad a otra para que no lo hagan en su propia comunidad y no corran el riesgo de ser violentadas, y también por seguridad de nosotras mismas, porque de por sí el contexto de un aborto es bastante difícil a nivel general, en las comunidades es todavía más dificil, hay una violencia social alrededor del tema. Si descubren que nosotras estamos haciendo abortos nos van a criminalizar, porque así lo ven. Incluso tenemos una compañera cuya abuela era partera y es de conocimiento público que interrumpió muchos embarazos, y hasta la fecha le dicen cosas como: “Seguramente en tu patio hay un montonal de cuerpos de fetos”.
A nuestra compañera le resulta bastante fuerte el hecho de que le sigan recriminando estas cosas que no estaban en sus manos y no tendría por qué ser algo que trascienda, pero lo es. Tratamos de que se cuiden tanto sus identidades como su seguridad.
Otra parte importante del acompañamiento integral es el uso de la medicina tradicional. Siempre usamos el procedimiento que está aprobado por la OMS, que es con medicamento; sin embargo lo complementamos con las plantas que usaban nuestras abuelas, tinturas madre, infusiones, aromaterapia, masajes. Todo esto es para acompañar el proceso y hacerlo un poco más llevadero.
Cuando termina el aborto, buscamos darles un acompañamiento posterior. Lo ideal sería que fuera un acompañamiento psicológico profesional pero no tenemos los recursos para hacerlo, sin embargo buscamos que sí haya un espacio donde ellas puedan expresar y donde puedan agradecer a su cuerpo y decir: “Sigo aquí, gracias a esto”. Hasta ahorita no hemos tenido a nadie que se arrepienta, al contrario. A la mayoría les trae paz y tranquilidad de poder seguir con los planes que tenían.
Sin embargo, en estos tiempos de pandemia, no ha sido posible hacer siempre este proceso ritual de cierre, pero poco a poco lo vamos retomando. Dentro de la partería se hace lo que llaman ‘cierre de matriz’, que es un ritual que muchas veces se hace dentro del temazcal o con una ‘sobada’, le dicen las parteras. Esto es para regresar a nuestro cuerpo, agradecerle por haber sido fuerte, por haber podido generar vida, aunque la hayamos interrumpido, y cerrar ese ciclo.
YV: ¿Cuáles son los alcances de esta red? ¿Pretenden extender la red incluso fuera de la región purépecha?
E: La idea es que cada vez haya más mujeres que acompañemos a otras. Tenemos planes de hacer un semillero o una escuelita para ir formando a más mujeres que puedan y quieran hacer estos proceso, para que las mujeres que lo requieran no tengan que trasladarse, sino que puedan hacerlo en su propia comunidad.
Trabajamos principalmente en las regiones del lago, de la sierra y de la cañada. Es donde tenemos compañeras a cargo, sin embargo nos llegan muchas chicas de Morelia y de otros estados que, si bien nos gustaría poder darles este acompañamiento no lo podemos hacer porque preponderamos lo presencial. Pretendemos que se sumen más mujeres, y seguir en su formación para tener más alcance, pero por el momento nos estamos enfocando en las comunidades purépechas.
YV: ¿Cuáles son las necesidades concretas de la red a mediano y largo plazo y que ustedes puedan seguir este quehacer de acompañamiento?, ¿qué necesitan para terminar su manual?, ¿qué necesitan para terminar este semillero?
E: Híjole, yo creo que mucho, mucho recurso. Hasta ahorita todo lo hemos hecho de manera autogestiva. Hasta ahora hemos tenido acceso a los medicamentos gracias al hijo de una compañera de una asociación de parteras, que es la parte más difícil. No porque sea difícil conseguirla, sino por el acceso. Lo demás es autogestivo. De repente vendemos playeras, pañuelitos, hacemos colectas, sin embargo la mayoría de estos recursos se van a nuestros traslados para acompañar presencialmente.
De alguna forma obtenemos recursos a cuentagotas, sin embargo se ha tratado de maximizar los procesos que tenemos. Lo ideal es encontrar un fondo que nos permita una constancia y que podamos empezar a no depender tanto de si tenemos el recurso para hacer el semillero e imprimir nuestro manual, porque no es como un recetario. Yo creo que sería eso, principalmente encontrar un espacio o alguna financiadora, una fondeadora que quisiera invertir en esto.
YV: Supe que en noviembre del año pasado se realizó el Encuentro de Mujeres Que Luchan, ¿qué pasó ahí?
E: Sí, algunas de las colaboradoras de la Red también convocamos al Encuentro, a los diferentes encuentros y foros que se están trabajando. En esta ocasión no pudimos organizar algo más grande, solo se dio a conocer la Red porque aunque estamos en redes sociales, están alcanzan en su mayoría solo a ciertos sectores de la población.
Estuvimos en la comunidad de Nurio y hubo mucha participación de señoras mayores. El hecho de que ellas escucharan la palabra ‘aborto’, que alguien está acompañando esos procesos, que no es un mito, que hay una red que las respalda y que las puede ayudar fue muy significativo. Y que pudieran ver el aborto fuera del punto de vista patriarcal y del estigma, porque dentro de las comunidades en general esto es un pecado. Algunas compañeras les hicimos ver lo que hacemos y cómo trabajamos, pero creemos necesario que se difunda más, sobre todo en las comunidades, precisamente porque no todos los sectores están en redes sociales y tampoco podemos acercarnos a todas. Necesitamos estos espacios seguros para hablar y para que ellas se sientan seguras de expresarse. I
YV: ¿Qué rango de edad tienen ustedes?
E: Quienes llevamos los acompañamientos tenemos entre 25 y 30 años. Pero sí tenemos colaboradoras, que son todas las personas que nos refieren. También están las médicas tradicionales, ellas tienen 50 años, más o menos. Respecto de las mujeres que hemos acompañado, algunas son adolescentes de 15 o 16 años o mujeres más grandes incluso ya con hijos, casadas.
YV: Te agradezco mucho que hayas compartido esto con nosotras.
E: Agradecerte a ti por el espacio, es importante que se abran estos diálogos. Nos encuentran en facebook como Acompañantas de la Meseta Purépecha. Y si gustan lxs lectorxs nos pueden ayudar comprando una playera o un pañuelito, o estar atentxs a nuestras dinámicas para recaudar fondos, eso es bienvenido siempre.
Red de Acompañantas de la Meseta P'urhépecha
Un espacio seguro para mujeres de la meseta P'urhépecha que brinda acompañamiento, informa y promueve nuestra autonomía corporal, sororidad y respeto a la diversidad en el ejercicio de la reivindicación de nuestros Derechos Sexuales y Reproductivos.
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