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NFTecnológica

Es una aceleradora de proyectos que busca converger la filosofía y la blockchain, a través de la reflexión especulativa e inventiva sobre las potencias tecnológicas del ecosistema de la web3. El colectivo nace en abril de 2021 y desde entonces ha hecho ya una serie de NFTs en la plataforma TEIA, en los que conjuga el ejercicio filosófico colaborativo, la documentalidad y el arte digital. Entre estas publicaciones se encuentra el primer ensayo filosófico NFT en español, Historia de dos monedas, un objeto filosófico colaborativo titulado Mundos por encriptar, así como dos reportajes del trabajo realizado por el marketplace de NFTs brasileño Hic et Nunc: Confeccionar planetas y Mintear o copymintear. Estrategias para una curación negativa.

Emma Baizabal

Filósofa de la tecnología.

Egresada de filosofía de la FFyL, UNAM. Sus líneas de investigación giran en torno a la filosofía de la tecnología, la epistemología feminista y los estudios descoloniales.  Colabora con el Seminario de Tecnologías Filosóficas de la UNAM,  en el colectivo La Filosofería, dedicado a la problematización de la divulgación de la filosofía desde perspectivas feministas y descoloniales; y con NFTecnológica, aceleradora de proyectos filosóficos que busca hacer emerger el pensamiento y la tecnología blockchain.

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Lucas Seamanduras

Filósofo especulativo ▫️ Teórico del dinero

Filósofo de Tijuana, México. Estudió Filosofía en la UABC y la maestría en Filosofía de la Ciencia en la UNAM. Ha realizado diversos trabajos sobre Filosofía del Dinero, tanto en su coordinación del Seminario de Filosofía de la Economía, como en congresos internacionales y publicaciones NFT. Actualmente trabaja como documentador de desarrollo de software, y desarrollador de proyectos NFTs en el colectivo del cual es co-fundador, NFTecnológica.

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La blockchain de la abundancia

Potencias de una tecnología venidera, parte I

Por NFTecnológica, Emma Baizabal y Lucas Seamanduras /

24 jun 2022

Esta es la primera entrega de una trilogía de artículos elaborados por el colectivo NFTecnológica. Aquí, se aborda el estado de la cuestión de los NFT, críticas comunes, gremios afectados y las redundancias tecnológicas que hasta ahora han proyectado las blockchains, pero también nos habla del espíritu que las envuelve y  las nuevas posibilidades que representan.

 

Cada cierto tiempo un nuevo utopismo invade internet. Se concrete o no, todo cambio tecnológico radical nos trae promesas similares: conexión inmediata y sin fricciones, una economía donde queremos participar, una comunidad podemos crecer. El espectro de la salvación tecnológica es irresistible y nos convoca al llamado de su manifestación.

Bitcoin es otra iteración de este espectro. La historia de su génesis ha sido repetida hasta el cansancio. Ante la crisis financiera del 2008, la misteriosa figura de Satoshi Nakamoto lanza un protocolo abierto para crear auténtico dinero digital: infalsificable, sin fronteras y sin gobierno. Blockchain, tecnología raíz de Bitcoin, expande la promesa original de su primer vástago. Ahora miles de cadenas de bloques descentralizadas, sin necesidad de instituciones legitimadoras, circulan en la red ofreciendo registros de dinero, arte, contratos y comunidad.

Estas promesas, sin embargo, no escapan del escrutinio. Criptomonedas, NFTs  - Tokens No-Fungibles - y DAOs, algunas de las aplicaciones derivadas de la blockchain, aún sin alcanzar adopción masiva, ya muestran indicios de ser promesas incumplidas. La otra cara de su utópica moneda muestra los viejos demonios bajo una nueva denominación. Revisitamos las críticas más predominantes del ecosistema blockchain, al tiempo que nos preguntamos si agotan su realidad.

Donde crece el peligro…

Tomorrow is today, artista:  ProjectociberdeliaTomorrow is today (objkt.com)

La emergencia climática nos ha vuelto más susceptibles al uso intensivo de tecnología. Desde el hardware con su expansiva y explotadora necesidad de litio, silicio y otros minerales, hasta el software y su control masivo de datos, se vuelve explícito cómo el avance tecnológico no se traduce en mayor eficiencia energética. El capitalismo digital es tan nocivo como el industrial.

Es irónico cómo Bitcoin, al pretender forkear nuestro sistema monetario actual, imita una de sus características más notables: el uso excesivo de energía. Para validarse, toda transacción necesita un gasto energético enorme conocido como minado. Enormes granjas computacionales compiten entre sí, luchando para validar primero el consenso de toda transacción y así ser premiados con criptomonedas[1]. El mayor derroche gana. El mismo principio de competencia económico dispendioso que ya conocemos, en código inalterable.

Otra similitud del ecosistema blockchain con nuestros sistemas contemporáneos es la financiarización. El fenómeno de convertir todo aspecto de la vida en un activo financiero parece culminar con los NFTs. Técnicamente, estos tokens no son más que la asignación de un registro a un objeto digital en la cadena de bloques; un vínculo entre un archivo cargado a la red y su lugar en la blockchain. Ser dueño de un JPEG, fácilmente copiable y reproducible, no parece muy distinto a ser dueño de una estrella: la ficción de propiedad, otorgando la ilusión de poder.

Esta ficción cobró popularidad en 2021 con la venta de The First 5000 Days del artista Beeple[2], por 69 millones de dólares. Un frenesí de nefetización inundó el Internet con artistas, influencers y estafadores sumándose a la más nueva moda: la creación de escasez artificial de lo digital. La financiarización del Internet hace de lo que era gratis, propiedad; lo que antes era libre, ahora tiene barreras.

Esta pirámide de ficción y dispendio sólo puede sostenerse con una cultura de la estafa, y vaya que el mundo cripto la ha cultivado. ICOs, Pump & dumps y Rugpulls son tan solo algunos de los fraudes que pululan en criptomonedas y NFTs. La dinámica de estos scams viene de malas prácticas financieras muy conocidas, reproducibles en todo ámbito donde hay dinero, necesidad y carencia de regulación. Hace apenas unas semanas cientos de inversionistas perdieron sus ahorros con la caída de TerraUSD[3], y Bitcoin acaba de perder, de nuevo, más del 50% de su valor[4].

La flor de la abundancia se vuelve la metáfora perfecta que reúne estas críticas. Como en la estafa, la blockchain atrae incautos con sueños de riqueza y les deja con promesas incumplidas. Y sin embargo, sus raíces crecen. La metáfora no se agota en el engaño. La blockchain también es depósito de cuidado, trabajo y valor, una verdadera Portulacaria de donde nuevas hojas pueden nacer.

 

Tulip Fever #8, artista: josemiguel.tez https://www.fxhash.xyz/gentk/485998

...Crece también lo que salva

El ecosistema blockchain es tan amplio que la realidad de un elemento no se propaga al resto. El consenso de validación Proof of Work (Prueba de Trabajo) de Bitcoin y Ethereum es un gran ejemplo. Aunque es el más popular y dispendioso, ya existen alternativas ecológicas: Tezos, Solana y Avalanche son tan solo algunas de las criptomonedas cuyo consenso, Proof of Stake (Prueba de Participación), gasta menos energía que un stream de YouTube[5]. En este consenso, en lugar de competir por gastar más energía, los nodos validantes son seleccionados al azar, garantizando el bienestar de la red a través del monto invertido (stake), participación que, de falsificar transacciones, se pierde. El gasto energético de las criptomonedas es un problema real, pero no definitivo. Un problema de ingeniería no es destino[6].

Algo similar sucede con los scams. Aunque es verdad que criptomonedas y NFTs cobraron fama como esquemas de enriquecimiento rápido, esto no excluye la realidad de sus aplicaciones funcionales. Ya sea enviar dinero a países bloqueados de acceso financiero[7], salvaguardar ahorros ante inflación exuberante o pagar a artistas del Sur Global por su obra y sin intermediarios, estas aplicaciones de la blockchain se realizan con acuerdo mutuo entre al menos dos partes. Estafadores e inversionistas no tienen porqué definir cómo usamos la tecnología: podemos propiciar otros caminos.

Esto requiere comprender nuestra situación actual. Frente al temor de que los NFTs privaticen el contenido de internet, urge recordar que el Internet ya está privatizado. Facebook, YouTube y Spotify no son gratis por la bondad de corazones corporativos, sino porque explotan a un nivel más abstracto[8]: recibes imágenes, videos, música y texto a cambio de atención y datos, vueltos mercancía para publicidad dirigida. Pocos rincones de Internet se salvan de este modelo extractivo que requiere contenido novedoso en cada refresh para mantenernos enajenados, adictos, engaged. Los artistas ya conocen este desgaste como parte de su trabajo. Invertir tiempo en desarrollar sus proyectos es cada vez más un lujo para los que tienen financiamiento y menos una realidad para quienes deben ser sus propios Community Managers.

Ante esta lucha de clases entre explotadores, la llamada clase vectorialista[9], y explotados, creadores y consumidores, los NFTs ofrecen una herramienta novedosa: en lugar de monetizar el tráfico para publicidad, pagar el trabajo digital directamente a los creadores. Comprar el token de un artista, diseñador, músico o escritor es apoyar su trabajo directamente más allá de la caridad de donaciones, un eufemismo corriente que nos hace perder de vista el valor del trabajo. Al comprar un NFT, este valor cobra realidad al ser registrado en una historia; en este caso, la historia de la cadena de bloques.

18555 twitter users, artista:Javier Gracia Carpio18555 twitter users (objkt.com)

Podría objetarse que el hecho de buscar nuevos y mejores métodos para comercializar valor, como el de una obra de arte, arruina su esencia. Sin embargo, arte, trabajo y valor siempre han sido parte de la economía; la pregunta es, más bien, si esa economía retribuye a los creadores. En un mundo dominado por intermediarios extractivos, que tarifican los caminos del intercambio y cierran puertas a quienes les desafían, un medio técnico alterno para establecer relaciones uno a uno, peer-to-peer, abre las puertas a una abundancia posible[10].

La abundancia posible no se basa en que criptomonedas o NFTs vuelven rico a quienes los tocan, sino en posibilitar relaciones horizontales de intercambio, formando nuevas redes de legitimación. Ahí donde editoriales, galerías e instituciones buscan acaparar los mecanismos de validación cultural, la blockchain ofrece acceso equitativo a su medio de producción simbólica –la capacidad técnica para vincularnos los unos a los otros.

Las potencias desatadas por la blockchain superan los alcances tanto de la crítica como de su respuesta. Requieren la potencia de la especulación y la fuerza de la invención. En la siguiente parte de esta trilogía, daremos rienda suelta a la rememoración del porvenir. Los viejos imaginarios utópicos nos recuerdan que criptomonedas y NFTs, aún en su novedad, son parte de una cadena más grande: la necesidad humana de inventar un mundo distinto.

 

 

Notas


[1] https://cnnespanol.cnn.com/2021/06/13/mineria-bitcoin-como-funciona-impacto-ambiental-el-salvador-orix/

[2] https://as.com/tikitakas/2021/04/07/portada/1617809057_730888.html

[3] https://www.worldenergytrade.com/innovacion/blockchain/epico-colapso-terra-usd-stablecoin

[4] https://www.worldenergytrade.com/innovacion/blockchain/epico-colapso-terra-usd-stablecoin

[5] https://www.bitcoin.com.mx/tezos-una-blockchain-eficiente-y-con-consciencia-ambiental/

[6] Y al márgen de pretender solucionar un problema tecnológico con decisiones tecnocráticas, las posibilidades abiertas por los múltiples tipos de protocólos que continuen surgiendo, evidencian la doble articulación entre nuevas funcionalidades y la diversidad valorativa.

[7] https://bitcoinmagazine.com/culture/bitcoin-financial-freedom-in-afghanistan

[8] https://outland.art/rhea-myers-mckenzie-wark/

[9] https://www.e-flux.com/journal/65/336347/the-vectoralist-class/

[10] https://mirror.xyz/herndondryhurst.eth/S-W2ZXRbrcy8bVGrKwMXSou63gWir7RJ9xs6wUn_h-0

Referencias

Chris Dixon (2018):  «Why Decentralization Matters». s. f. Accedido 27 de septiembre de 2021. https://cdixon.org/2018/02/18/why-decentralization-matters.

Diane Dubray & Mark Soares, "Web3 toolkit: buy, sell, display" en Chance Encounters in New Mediums. Generative art presented by Tezos. https://tezos.com/events/art-basel#web3-toolkit-buy-sell-display

Juho Rantala (2019): Blockchain as a medium for transindividual collective, Culture, Theory and Critique, DOI: 10.1080/14735784.2019.1694213

Mckenzie Wark (2015): The Vectorialist Class, Journal #65, e-flux. https://www.e-flux.com/journal/65/336347/the-vectoralist-class/

Matt Colquhoun (2021): Are NFTs Frigid Stars? https://xenogothic.com/2021/10/07/are-nfts-frigid-stars/

Mat Dryhurst (2022): D̶i̶g̶i̶t̶a̶l̶ ̶S̶c̶a̶r̶c̶i̶t̶y̶ Feasible Abundance and the Shock of the Nude. https://mirror.xyz/herndondryhurst.eth/S-W2ZXRbrcy8bVGrKwMXSou63gWir7RJ9xs6wUn_h-0

Matthew Green (2022): In defense of crypto(currency). https://blog.cryptographyengineering.com/2022/06/09/in-defense-of-cryptocurrency/

Nathaniel Stern (2021): Custodianship, Copyright, and Provenance: on the non-monetary value of NFTs. https://nathanielstern.com/text/2021/custodianship-copyright-and-provenance-on-the-non-monetary-value-of-nfts/?fbclid=IwAR042vWhLnbsW66iX8sMBYYJkfk3WY9J1nSA1kz5aSSN-W6RT-QUpwLkOmQ

Rhean Myers & Mckenzie Wark (2022); Conversations https://outland.art/rhea-myers-mckenzie-wark/

NFTecnológica

Es una aceleradora de proyectos que busca converger la filosofía y la blockchain, a través de la reflexión especulativa e inventiva sobre las potencias tecnológicas del ecosistema de la web3. El colectivo nace en abril de 2021 y desde entonces ha hecho ya una serie de NFTs en la plataforma TEIA, en los que conjuga el ejercicio filosófico colaborativo, la documentalidad y el arte digital. Entre estas publicaciones se encuentra el primer ensayo filosófico NFT en español, Historia de dos monedas, un objeto filosófico colaborativo titulado Mundos por encriptar, así como dos reportajes del trabajo realizado por el marketplace de NFTs brasileño Hic et Nunc: Confeccionar planetas y Mintear o copymintear. Estrategias para una curación negativa.

Emma Baizabal

Filósofa de la tecnología.

Egresada de filosofía de la FFyL, UNAM. Sus líneas de investigación giran en torno a la filosofía de la tecnología, la epistemología feminista y los estudios descoloniales.  Colabora con el Seminario de Tecnologías Filosóficas de la UNAM,  en el colectivo La Filosofería, dedicado a la problematización de la divulgación de la filosofía desde perspectivas feministas y descoloniales; y con NFTecnológica, aceleradora de proyectos filosóficos que busca hacer emerger el pensamiento y la tecnología blockchain.

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Lucas Seamanduras

Filósofo especulativo ▫️ Teórico del dinero

Filósofo de Tijuana, México. Estudió Filosofía en la UABC y la maestría en Filosofía de la Ciencia en la UNAM. Ha realizado diversos trabajos sobre Filosofía del Dinero, tanto en su coordinación del Seminario de Filosofía de la Economía, como en congresos internacionales y publicaciones NFT. Actualmente trabaja como documentador de desarrollo de software, y desarrollador de proyectos NFTs en el colectivo del cual es co-fundador, NFTecnológica.

Tw: Espectaculativo