Esta es la segunda entrega de una trilogía de artículos elaborados por el colectivo NFTecnológica. Este artículo especula un mundo imaginado desde lo que entendemos por dinero, un cosmograma que conecta el presente con el pasado y el futuro, y su devenir en criptomoneda.
Cuando termines de leer esta oración, tu dinero habrá perdido valor por la inflación. Billete tras billete, la demanda y uso de divisa fracciona su valor en precios exorbitantes. Las soluciones parecen tan esotéricas como el problema: como hay demasiado dinero, tenemos que limitar su promiscuidad (evitar su circulación) y hacerlo más costoso (subir las tasas de interés)1. En un mundo donde todos necesitamos dinero, la solución para aumentar su valor es, paradójicamente, tener aún menos.
Un estanque de monedas
Esta falta de imaginación monetaria es sintomática de un mundo que limita el poder de la especulación. En lugar de especular con el dinero, podríamos especular desde el dinero. ¿Cómo sería un mundo creado a su imagen? No sería la primera vez que se imagina el mundo a través del dinero: certificados de energía para una sociedad construída con base en la ciencia y la ontología del calor2; efectivo digital blindado de los ojos del Estado, con el individuo y su privacidad como vector técnico3; una moneda para vincular países y unificar oligarquías4. En estos imaginarios pasados, el dinero a usar no es solo una herramienta para el comercio, sino un cosmograma que mapea rumbos posibles.
Cosmograma objetos que describen un orden particular del universo, un conjunto de arreglos y relaciones, una orientación al pasado y al futuro, y sobre cómo deberíamos comportarnos y actuar como individuos y sociedades5.
El dinero es un cosmograma del intercambio porque ordena sus usuarios tecnológicamente. Contrario a las teorías que asumen la neutralidad del utensilio, el dinero es una forma de institución política basada en formas de imaginación colectiva, que conecta el presente con el pasado y el futuro6. Nuestro dinero contemporáneo réplica los valores que le dan poder: privado, pues son los bancos quienes lo imprimen a voluntad y lo cobran de vuelta; violento, pues el Estado que lo emite impone su monopolio; y religioso, pues a través de su carencia crea su propia necesidad.
Hay pocos retadores al orden fiat contemporáneo. Monedas como el Tumin7 plantean alternativas locales, pero poco escalables. Las retadoras con más promesa, a nuestro ver, son las criptomonedas. Sus potencias técnicas les permiten una confección de economías monetarias anteriormente imposibles. Algunas acuñaciones especulativas son:
- Dinero orientado a mercados. Se podrían crear monedas cuyo uso sea exclusivo a mercados específicos (como salud, educación, deporte), y que su emisión respete las dinámicas económicas, políticas y sociales del objeto al que sirve.
- Dinero inflamable. Para evitar la acumulación de dinero, se podría programar uno que expire después de cierta cantidad de tiempo sin usarse. El mejor dinero es el que se gasta.
- Dinero hiperinflacionario. A veces es conveniente inflar el dinero; particularmente, cuando la mayoría de su masa se encuentra acumulada por pocos. Un dinero hiperinflacionario, con buena distribución, funciona efectivamente para expropiar el poder del dinero para las masas.
La relevancia política de las criptomonedas apenas se atisba en el pensar filosófico. Deleuze8 ya dijo en una ocasión cómo el dinero evidenció la transición a las sociedades de control; Manning y Massumi proponen una criptoeconomía de los afectos9, y Malabou enfatiza porqué habríamos de defender las criptomonedas ante amenazas de censura: aún siendo aprovechadas por corporaciones extractivas, gobiernos totalitarios y grupos terroristas, tienen la potencia política de apoyar resistencias, distribuir riqueza y proyectar nuevas comunidades10.
Un mandala de códigos
Esta cualidad fundacional no es exclusiva de las criptomonedas; ni siquiera del dinero. Si éste proyecta mundos es por su cualidad documental: un registro continuo de los intercambios y deudas entre humanos, colectivos y civilizaciones. En la capacidad tan sencilla de mantener cuentas, el rastro del intercambio se convierte en piedra angular de la humanidad.
Este registro articulado socialmente se conoce como documentalidad. Un “sistema de registros de formas reconocibles, origen de los objetos sociales”11, inviste a los documentos de su justa relevancia: más que representantes de intenciones, son movilizadores de acción humana. Ya sea la factura de una transacción, el testamento de un ser querido o una inflamatoria declaración de guerra, los documentos son pilares de toda civilización, cadenas de referencia que nos vinculan con el mundo social. Quienes controlan la cadena controlan la historia.
A menos, claro, que la cadena sea incontrolable. Como tecnología documental, la blockchain trae novedades más allá de ser un excel glorificado. Sus capacidades marcan un nuevo paradigma en la historia del archivo:
- Uso descentralizado. En lugar de que una autoridad legitime verticalmente verdades históricas dudosas, el registro de la blockchain se encuentra abierto para escrutinio y consulta públicas.
- Registro común. En lugar de leyes burocráticas y poco útiles, la transparencia es una cualidad técnica inmanente a la blockchain.
- Blindaje a la falsificación. La conexión de un bloque con otro en la cadena depende de la coherencia del registro. Falsificar un bloque implicaría destruir la cadena.
Todos estos servicios ya existen en nuestro mundo contemporáneo, pero difícilmente en conjunto; y aún menos vectorizados hacia los mundos de nuestras especulaciones más deseantes. La blockchain es un cosmograma documental cuyas potencias técnicas le permiten diagramar colectivos a distintos niveles:
Este diagrama muestra el orden especulado de aplicación de la blockchain en sus tres niveles: 1.0, cuentas y monedas; 2.0, contratos y archivos; y 3.0, cultura y comunidad12. Más información en el NFT: teia.art/objkt/773633
Las diferentes dimensiones del ecosistema blockchain tienen en común una base tecnológica y ontológica: los individuos no existen en aislamiento ni totalmente dados de antemano. Ya sea una transacción en criptomonedas, un acuerdo por Smartcontract o las dinámicas de una DAO, la blockchain solo funciona al colindar sus eslabones unos con otros: un cosmograma para la transindividualidad.
Un mercado ramificado de máquinas
No es la primera vez que un objeto digital intenta concretar un cosmograma transindividual. En 1978, por ejemplo, el communiTree buscó crear comunidades a través de boletines virtuales13. Éste fue un proyecto que quería dinamizar y digitalizar un recurso de comunicación analógico (un boletín de anuncios) pero limitado. Las tensiones dentro de sus dinámicas marchitaron el proyecto pero de sus restos han brotado nuevos intentos en condiciones de hardware completamente distintas. Aunque las redes sociales actuales surgen de esta genealogía, las restricciones del capitalismo impiden la creación de comunidades reales.
¿Qué pasaría cuando el trabajo, la historia y el valor de una comunidad sean escalables sobre la base de su registro común? La transindividualidad es un tipo de operatividad que colinda los seres vivos como sujetos psíquicos colectivos en relación con sus aparatos técnicos14. Este colindar no carece de fricciones; al contrario, las fricciones propician la autorreflexión necesaria para que la metaestabilidad del colectivo, un sistema rico en potenciales, devengan en una invención. La blockchain opera el pensar colectivo, que deviene en acuerdos cuya estabilización se convierte en historia: una co-constitución encadenada entre los miembros activos de una comunidad.
Si hay algo de verdad en estas especulaciones, algún rastro contemporáneo debe existir de su potencial. Las blockchain ya existen en este momento, y sus potencias se encuentran lanzadas al inventario de la acción. En el siguiente número, ahondaremos en las instancias actuales del ecosistema blockchain que buscan detonar la invención tecnológica y aterrizar las especulaciones aquí ofrecidas.
Notas
3https://en.wikipedia.org/wiki/DigiCash
4https://es.wikipedia.org/wiki/Uni%C3%B3n_monetaria_de_Am%C3%A9rica_del_Norte
5Finn Bruton (2019). Digital cash: The unknown history of the anarchists, utopians, and technologists who created cryptocurrency, p. 10.
6Stefan Eich (2022). The currency of politics: The political theory of money from Aristotle to Keynes. Princeton University Press.
8Gilles Deleuze (1999). "Post-scriptum sobre las sociedades de control" en Conversaciones, Pre-textos, pp. 279-280.
10Catherine Malabou (2020). Cryptocurrencies: Anarchist Turn or Strengthening of Surveillance Capitalism? From Bitcoin to Libra (Robert Boncardo, Trans.). Australian Humanities Review. http://australianhumanitiesreview.org/2020/05/31/cryptocurrencies-anarchist-turn-or-strengthening-of-surveillance-capitalism-from-bitcoin-to-libra/
11Condello, A., Ferraris, M., & Searle, J. R. (2019). Money, social ontology and law. Routledge/Taylor & Francis Group.
12Melanie Swan (2015). Blockchain: Blueprint for a New Economy. O’Reilly Media, Sebastopol; Niel Faber and Jan Jonker (2019) At Your Service: How Can Blockchain Be Used to Address Societal Challenges?
13Sandy Stone (2020). La guerra de deseo y tecnología (y otras historias de sexo, muerte y máquinas), pp. 93-118.
14Gilbert Simondon (2014). La individuación a la luz de las nociones de forma e información.
Referencias
- Brunton, Finn (2019). Digital cash: The unknown history of the anarchists, utopians, and technologists who created cryptocurrency. Princeton University Press.
- Condello, A., Ferraris, M., & Searle, J. R. (2019). Money, social ontology and law. Routledge/Taylor & Francis Group.
- Deleuze, Gilles (1999). "Post-scriptum sobre las sociedades de control" en Conversaciones, Pre-textos.
- Eich, Stefan (2022). The currency of politics: The political theory of money from Aristotle to Keynes. Princeton University Press.
- Faber, Niels and Jonker, Jan (2019). At Your Service: How Can Blockchain Be Used to Address Societal Challenges? In: Treiblmaier H., Beck R. (eds) Business Transformation through Blockchain. Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1007/978-3-319-99058-3_8
- Malabou, Catherine (2020). Cryptocurrencies: Anarchist Turn or Strengthening of Surveillance Capitalism? From Bitcoin to Libra (Robert Boncardo, Trans.). Australian Humanities Review.
- Rantala, Juho (2019). Blockchain as a Medium for Transindividual Collective, Culture, Theory and Critique, DOI: 10.1080/14735784.2019.1694213
- Simondon, Gilbert (2014). La individuación a la luz de las nociones de forma e información. Cactus.
- Stone, Sandy (2020). La guerra de deseo y tecnología (y otras historias de sexo, muerte y máquinas). Holobionte, pp. 93-118.
- Swan, Melanie (2015). Blockchain: Blueprint for a New Economy. O’Reilly Media, Sebastopol.
Emma Baizabal
Filósofa de la tecnología.
Egresada de filosofía de la FFyL, UNAM. Sus líneas de investigación giran en torno a la filosofía de la tecnología, la epistemología feminista y los estudios descoloniales. Colabora con el Seminario de Tecnologías Filosóficas de la UNAM, en el colectivo La Filosofería, dedicado a la problematización de la divulgación de la filosofía desde perspectivas feministas y descoloniales; y con NFTecnológica, aceleradora de proyectos filosóficos que busca hacer emerger el pensamiento y la tecnología blockchain.
Tw: DinosaurDomine
Lucas Seamanduras
Filósofo especulativo ▫️ Teórico del dinero
Filósofo de Tijuana, México. Estudió Filosofía en la UABC y la maestría en Filosofía de la Ciencia en la UNAM. Ha realizado diversos trabajos sobre Filosofía del Dinero, tanto en su coordinación del Seminario de Filosofía de la Economía, como en congresos internacionales y publicaciones NFT. Actualmente trabaja como documentador de desarrollo de software, y desarrollador de proyectos NFTs en el colectivo del cual es co-fundador, NFTecnológica.
Tw: Espectaculativo
NFTecnológica
Es una aceleradora de proyectos que busca converger la filosofía y la blockchain, a través de la reflexión especulativa e inventiva sobre las potencias tecnológicas del ecosistema de la web3. El colectivo nace en abril de 2021 y desde entonces ha hecho ya una serie de NFTs en la plataforma TEIA, en los que conjuga el ejercicio filosófico colaborativo, la documentalidad y el arte digital. Entre estas publicaciones se encuentra el primer ensayo filosófico NFT en español, Historia de dos monedas, un objeto filosófico colaborativo titulado Mundos por encriptar, así como dos reportajes del trabajo realizado por el marketplace de NFTs brasileño Hic et Nunc: Confeccionar planetas y Mintear o copymintear. Estrategias para una curación negativa.