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ASMR

Una extraña sensación que originó una comunidad de susurros

Por José Manuel González Vázquez /

3 abr 2018

 

La vida cotidiana está llena de estímulos que desencadenan respuestas corporales y emocionales; los dispositivos que permiten amplificar, fijar y transmitir toda clase de sonidos permiten explorar el registro sonoro como medio de documentación y ¿por qué no? de placer.

En 2007 un usuario preguntó en un foro de salud en línea qué era una  sensación de cosquilleo que experimentaba con ciertos estímulos. Otros usuarios se unieron a la conversación, le dieron nombre y buscaron que los investigadores lo estudiaran. Al mismo tiempo, en YouTube subían videos susurrando para su público. ASMR fue el nombre forjado en los foros por unos y utilizado para clasificar videos, por otros. La conformación de una comunidad en torno a este tema fue posible sólo gracias al anonimato y la escala global de internet.

 

En internet es posible encontrar videos donde las personas susurran, hacen algunos ruidos con su boca o con objetos insospechados. No se trata de casos aislados, sino de una comunidad que los produce y los consume preferentemente equipados con audífonos y en lugares tranquilos.

ASMR son las siglas de Autonomous Sensory Meridian Response, que traducido del inglés significa Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma, este término describe una especie de cosquilleo que un sujeto puede sentir en el cuero cabelludo como respuesta a estímulos auditivos.

El 29 de octubre de 20071 el usuario okaywhatever51838 inició un hilo en el foro de SteadyHealth titulado Weird sensation feels good (una extraña sensación que se siente bien), los usuarios del foro se sumaron para comentar el hecho de que experimentaban sensaciones similares de placer frente a diversas circunstancias de su vida cotidiana. Por entonces los usuarios de varios foros discutían el término con el que se referirían a tales respuestas. Tal vez el más reconocido fue AIHO las siglas de Attention Induced Head Orgasm (traducido como Orgasmo en la cabeza inducido por atención), que llegó a tener un sitio web entre los años 2008 y 2010 llamado aiho.org, en el cual se pretendía, por un lado, crear una comunidad integrada por personas que ccompartieran esta condición y, por el otro, establecer contacto con investigadores que pudieran estudiar el fenómeno.2

En algún momento, una residente neoyorquina llamada Jennifer Allen encontró la discusión de SteadyHealth4 donde se describen situaciones con las que ella se sentía identificadaa. En un intento por investigar el tema de manera metódica,el 25 de febrero de 20104 fundó un grupo de Facebook llamado ASMRGroup5, en el que se utilizó por primera ocasión el acrónimo ASMR. El mismo día que inauguró su grupo de Facebook, Allen explicó en la discusión del foro SteadyHealth, que el término AIHO tenía una connotación sexual que no daría confianza a otras personas para hablar del tema. No obstante, utilizó la palabra inglesa meridian como un eufemismo de ‘clímax’, refiriéndose al punto álgido de la sensación que suele experimentarse bajo ese término. En la actualidad la comunidad tiene una presencia considerable en YouTube, en donde algunos usuarios suben sus videos mientras otros más, comentan. Al momento de hacer esta investigación pudimos encontrar 10 millones de resultados al ingresar la palabra ASMR en la plataforma de videos. Entre los videos más vistos se encuentra Oh, such a good 3D-sound ASMR video *-*, que suma 18 millones de vistas, y que fue subido el 7 de septiembre de 2012 en el canal Gentle whispering ASMR (antes Gentle whipsers) en el que podemos ver a Maria Viktorovna6, quien subió su primer video en junio de 20117 y quien continúa activa hasta la fecha.

Sin embargo, la clasificación de los videos ASMR es ambigua, pues no podemos saber si otro tipo de contenido agrupado bajo los nombres “sonidos para relajar”, “sonido 3D” o “hipnosis”, también disponibles en YouTube, hayan sido objeto de búsquedas de los usuarios para inducir estos cosquilleos.

Entre la comunidad de adeptos al ASMR es común que se considerare al pintor Bob Ross como un antecedente más remoto de un ASMRtist, o artista de ASMR, que es el nombre con el que se identifican los usuarios que producen y comparten estos videos. En el programa de televisión The joy of painting (El placer de pintar), Ross describía cómo pintaba con óleo mientras realizaba sonidos con sus herramientas.

Bob Ross en su programa The joy of painting

En marzo de 2009, la propietaria del canal de YouTube WhisperingLife subió su primer video, en el que explica su gusto por escuchar a la gente susurrar8 motivo por el que decidía grabarse haciendo lo mismo para compartirlo con el público de la red. En ese entonces existían varios canales que se inspiraban entre sí. La constante en el formato, además de los susurros, era el anonimato: se trataba de videos sin imagen, únicamente con audio y la pantalla en negro; en otros la cámara apunta a cualquier cantidad de objetos y/o escenarios acompañados por el audio de comentarios aleatorios que son susurrados. En ese entonces nadie sabía si el interés por escuchar a otros susurrar tenía algún nombre, algo que se descubre al leer en los comentarios escritos por usuarios al pie de los videos, y tal vez ni siquiera habían discutido si se relacionaba con alguna sensación corporal ni que estaban al tanto de que el tema estaba en discusión en el foro SteadyHealth.

De cualquier forma, tomando en cuenta la declaración de un primer video, y dado que es el más antiguo rastreo de esta investigación, podríamos considerar el de WhisperingLife como el primer video hecho de forma intencional para experimentar ASMR. Al menos se trata del primer material del que se tenga registro al día de hoy, puesto que algunos  otros pudieron haber sido eliminado desde sus canales.

De acuerdo con Google Trends, el uso del término ASMR empezó a volverse popular en agosto de 2011. Google nos ofrece la siguiente gráfica, donde el máximo histórico de su uso en internet, que en general se ha superado mes con mes hasta hoy, representa el 100% de “interés de los usuarios” por un término. La palabra ASMR se acuñó en febrero de 2010,  y aunque los usuarios ya buscaban el término desde entonces, el total de sus búsquedas no representa ni siquiera un 1 % durante los primeros 18 meses.

Interés por el término ASMR en YouTube. Gráfica desde 2008 hasta hoy.

 

Interés por el término ASMR en YouTube. Gráfica con acercamiento entre agosto del 2010 y agosto del 2012.

Pronto el contenido de los videos dejó de ser únicamente susurros, las fuentes de sonido se diversificaron; los usuarios comenzaron a grabarse haciendo ruido con los dedos sobre diversas superficies y se familiarizaron con el término acuñado por Allen. Ahora las acciones que producen ASMR son conocidas como triggers, o desencadenadores. Estos pueden ser auditivos, como el susurro y el rasgueo de objetos o visuales como los movimientos de manos y la manipulación de materiales blandos. Además, para combinar estas dos experiencias de manera orgánica, existen roleplays, que son una categoría de video donde los ASMRtists actúan bajo el rol de trabajadores, como dentistas o barberos e interactúan con las herramientas típicas de esos personajes para enriquecer la experiencia de escucha.

Sabemos que el anonimato en internet puede propiciar actitudes hostiles; sin embargo, la comunidad ASMR suele ser muy amable: las secciones de comentarios de esos videos no sólo no tienen trolls sino que es usual que los espectadores felicitan a los creadores, o les den recomendaciones para mejorar la calidad de sus videos y comparten las experiencias respecto a este tipo de contenido. Algunos incluso apoyan económicamente a sus ASMRtists favoritos a través  del popular sistema de donaciones Patreon.

La connotación pseudomédica de las siglas de ASMR legitimó el fenómeno entre los internautas, y de acuerdo a lo planeado, sirvió como estandarte para la conformación de la comunidad. Así, con la existencia de dicha etiqueta fue más fácil agrupar, buscar y encontrar este tipo de videos en internet. No obstante, la sensación llamada ASMR no cuenta con ningún estudio científico que avale las experiencias subjetivas de la comunidad. Hay que notar que no todo el público que accede a estos los videos experimenta los cosquilleos. En 2012 Steven Novella, un neurocientífico y miembro de instituciones que promueven el pensamiento crítico y el escepticismo,9 explicó que, a reserva de lo que puedan explicar futuras investigaciones, los videos de internet sobre el tema podrían ser simplemente otro método para “activar la respuesta de placer”10 en el cuerpo humano.

El fenómeno que representa la conformación de una comunidad en torno a un tema tan peculiar como el ASMR, fue posible gracias a las características de internet como medio de comunicación e intercambio, ya que crear o consumir estos videos no es ahora (y mucho menos en sus inicios), una actividad fácil de explicar, en el sentido de que, al guardar similitudes con una parafilia, muchos de los consumidores lo entienden como un tabú. Ante la invención de la web, contenidos como la pornografía solo migraron de plataforma, sin tener la necesidad de atraer a un público para lograr que se acercaran al producto (videograbaciones de actos sexuales).

En este sentido, la comunidad de ASMR no tiene un símil previo a la era de internet, a pesar de que, como lo demuestra el ejemplo de Bob Ross, los medios técnicos estaban disponibles. La causa es que antes a la era de internet no había otro medio que, desde el anonimato, permitiera que una persona compartiera una duda sobre un tema tan específico como íntimo y, que al ser masivo, otros pudieran manifestar la misma situación. Algunos adeptos del ASMR consideran que la escritora Virginia Woolf describió en su novela Mrs. Dalloway una sensación comparable con el ASMR; si efectivamente ese fuera el caso, de cualquier forma ni los medios de su época (ni de la época de Bob Ross) hubieran permitido una discusión tan fructífera como para erigir eventualmente una comunidad de susurros.

Extracto de Mrs. Dalloway de Virginia Woolf

En el caso de los videos de susurros parece difícil que se hubiera conformado una comunidad tan grande sin la reflexión de esos usuarios respecto al tema. Google Trends identifica una consulta considerable de la palabra whispers antes del 2011 (fecha en que por primera vez es relevante el término ASMR), pero detalla que los usuarios en su gran mayoría buscaban resultados relacionados con la canción Whispers in the dark (Susurros en la oscuridad) de la banda Skillet, lanzada en 2006.

Hay pocos casos en la red en los que una comunidad se conforma después del análisis colectivo de una necesidad; lo usual es que la comunidad se integre con el fin de satisfacer una necesidad sin identificarla conscientemente. Y más si se considera que no hablamos de comunidad como una organización centralizada, sino como individuos a lo largo del mundo con intereses comunes.

Es por esto que la red como espacio de discusión fue relevante en un proceso de exploración humana que resultó (por sí mismo, y no a través del análisis reactivo de tales conductas comunitarias), quizá no en una aportación relevante a la literatura médica, sí en una vasta comunidad virtual que tiene como objetivo hacer pasar un buen rato a otros en la época de la hiperconexión.

 

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1 https://en.wikipedia.org/wiki/Autonomous_sensory_meridian_response

2 https://web.archive.org/web/20100619133528/http://www.asmr-research.org/

3 https://asmruniversity.com/2016/10/24/podcast-history-asmr-jennifer-allen-interview-part-1/

4 https://en.wikipedia.org/wiki/Autonomous_sensory_meridian_response

5 https://www.facebook.com/ASMRofficial/

6 https://www.youtube.com/watch?v=wUdsb20w5Rg

7 https://www.youtube.com/watch?v=VAxyAxXiOoc

8 https://www.youtube.com/watch?v=IHtgPbfTgKc

9 https://es.wikipedia.org/wiki/Steven_Novella

10 https://theness.com/neurologicablog/index.php/asmr/

José Manuel González Vázquez

Es recién egresado de la carrera de Comunicación. Fundó el periódico digital Noticias y más en 2016, del que actualmente es colaborador. Le gusta compartir el conocimiento y por eso introduce a otros chicos al mundo de la programación desde hace seis años. Se interesa en tecnología, sociología y entretenimiento.