Esta pieza distópica ganadora del Premio Julio Torri en la categoría Literatura Digital se inscribe en el relato distópico de cencia ficción aborda, a través de una estética e interacción proveniente de las tecnologías de videojuego, la historia de humanos-máquina en donde la participación del lector-operador de la pieza resulta indispensable para construir el sentido narrativo del relato.
Programada en Unity El grito que no puedo escuchar es una exploración de las narrativas digitales contemporáneas al mismo tiempo que parte de los problemas que nos agobian en este momento presente: un virus que limita nuestras interacciones y nuestra vida.