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Entrevista con Katia Vega: Artículos de belleza que expanden el cuerpo.

Por Katia Vega y Daniel Escamilla /

25 may 2015

Inspirada por la informática invisible, el empoderamiento de las capacidades humanas y la magia, Katia propone nuevas formas de interactuar con el mundo. Su invención se llama "Tecnología de la Belleza", un subcampo de la tecnología ponible (wearable) que utiliza la superficie del cuerpo como plataforma interactiva mediante la integración de la tecnología con productos de belleza aplicados directamente a la piel, las uñas y el cabello. En esta entrevista, nos cuenta cómo ha sido su proceso como desarrolladora de wearables, y cuáles son las proyecciones futuras de los dispositivos que crea.

 

Daniel Escamilla: Esta conversación es para entender cómo se posiciona la tecnología en el quehacer artístico y en las nuevas formas de producción que están surgiendo. Hace un par de años leía la noticia de que durante la sesiones científicas de la Asociación Mexicana del Corazón, en Los Ángeles, un grupo de médicos habían hecho el prototipo de un marcapasos que se cargaba con la energía del latido del corazón, de esa manera prolongaron el lapso de tiempo que se necesitaba entre una cirugía y otra para reemplazar las baterías. Otro ejemplo es la empresa StatSports produce dispositivos sensoriales muy específicos para monitorear aspectos muy específicos del movimiento. Traigo esto a colación porque me parece que en tu trabajo se puede leer una especie de canalización de la energía de los movimientos voluntarios e involuntarios del cuerpo hacia una expansión sensorial. Te pregunto: tanto en tu trabajo como en tu día a día ¿cómo entiendes  y cómo experimentas la tecnología?

 

Katia Vega: Para mi el mundo de los wearables, que no es algo nuevo se está poniendo de moda, lo veo como algo que te permite comunicarte contigo mismo, te acerca y te ayuda a entender mejor tu propio cuerpo. Puedes entender qué tanto estoy respirando, qué tanto estoy caminando, entonces puedes cuantificar tus movimientos, tus pasos, tus latidos. Todo lo que haces puedes de alguna forma almacenarlo, eso te permite conocerte. Podemos usarlos como una forma de comunicación con otros dispositivos, por ejemplo tu celular o tu televisión, entonces los wearables también se entienden como un medio de comunicación o de expansión, o también te permite la posibilidad de convertirte en cierto tipo de Input o de computadora y puedas aumentar tus capacidades a través de estos wearables.

Lo que yo hago, beauty technologies, me permite medir movimientos voluntarios principalmente, para poder generar cierta entrada prender la luz o abrir la puerta a través de un movimiento que controlamos en nuestro cuerpo. Ahora, los wearables no necesariamente tienen que tratarse de ropa o de accesorios, puede estar en tu piel, en las uñas, en el cabello. Esa es la idea de beauty technology, de usar productos de belleza y transformar el concepto de “producto de belleza” y esconder tecnología en ello.

DE: ¿A qué crees que se deba este boom del wearable techology?

 

KV: Es la forma en que la tecnología está evolucionando. Ya estamos en una era post-desktop, salimos de la computadora que es algo no natural, la computadora ocupaba un cuarto, luego al escritorio, luego la laptop que puedes llevarla a donde vayas, los smartphones, etc. Esa movilidad que buscamos es lo que nos lleva a crear los wearables.  Es una tecnología que cargas, te da movilidad, y por qué no llevarla puesta.

 

DE: Stelarc  decía en una plática que escuché que el ser humano es ser humano en tanto que es un ser tecnológico. Pues el ser humano al comenzar a fabricar sus propias herramientas, se empieza a separar de las otras especies; y fue la técnica lo que permitió tener conciencia de su existencia, de su muerte, de sus actos y demás. En ese sentido vemos que la tecnología es algo que se ha democratizado, es más accesible. ¿Pero en qué medida crees tu en esta idea del cuerpo-máquina, el cuerpo que se complementa con dispositivos es nueva o si ya existía?

 

KV: Pienso en un reloj. De pronto es una tecnología que me daba una sola función, la hora; ahora un reloj me da la hora, la fecha, el número de pasos que doy y mi ritmo cardiaco. La tecnología, que partió de lo mecánico es algo que ahora, desde lo electrónico, nos da la posibilidad de incrementar la tecnología y podemos trabajar con los materiales, crear materiales, podemos crear con bio-tecnología, nanotecnología. Estos nuevos materiales, combinados con estos electrónicos cada vez más pequeños, nos dan la posibilidad para poder crear más cosas.

 

DE: Sí, digamos que hay una especie de hibridación, lo mismo pasó en su momento con la computadora que juntó un procesador de textos, con almacenadores de datos, con reproductores de imagen y video, cámaras. Y eso fue la revolución de esa tecnología, en este momento se están automatizando los procesos, y como tu decías, se están haciendo portables, ya no necesitan un soporte físico, puede ser un soporte digital, más efímero. Me imagino que al momento de desarrollar e implementar nuevos dispositivos hay una especie de evolución, de perfección de la técnica a prueba-error, ¿qué papel juega la experimentación y los errores en tu trabajo? 

 

KV: Para mi es todo, es lo que se basa la mayoría de los proyectos que hago. Para alguien que viene del mundo de la computación tengo que lidiar con varias cosas: química, diseño, electrónica, programación, y tengo que ver si puedo hacer aplicaciones en arte y medicina. Como soy yo sola, de pronto no estoy haciendo algo que no es multidisciplinario sino antidisciplianrio, donde no necesariamente yo soy ingeniero químico pero voy aprobarlo, entonces experimento, hago las pruebas, a veces sale y a veces no, entonces ese error me permite refinar el proceso hasta alcanzar el objetivo que se desea. Por ejemplo, el proyecto del maquillaje conductivo comencé haciéndolo con papel aluminio, recortando y simulando unas pestañas, pero tenían que parecerse a las pestañas humanas; luego usé tinta conductiva, pero la tinta conductiva no era viable porque esa parte del párpado del ojo es muy húmeda y la tinta puede entrar al ojo; después pasé a hacer cosas de química y pude refinar más el proceso, vi qué materiales necesitaba y cómo se transformaban. Así es como uno va aprendiendo y creo que es la única forma de poder crear tecnología nueva o innovar en esta área. Se trata de juntar varias disciplinas de la forma que puedas, ya sea reuniendo profesionales o  haciéndolo tu mismo, como un maker, yo me considero un maker.

DE: ¿Cómo concibes tu trabajo? Y desde tu perspectiva ¿ cuál sería la naturaleza del Maker? Hay de todo tipo, pero ¿cuál sería el factor común que los une en este nombre: Maker?

 

KV: Yo no tengo duda que el factor común es la pasión, la pasión por crear algo; el no tener miedo a crear o experimentar con algo que no conocías. Los makers vemos la forma, probamos, experimentamos hasta lograrlo.

 

DE: Pensando en los puntos desde los que partiste, los imaginarios que tuviste para desarrollar esta tecnología, a lo que haces ahora, ¿en qué medida ha cambiado la concepción que tienes de tu trabajo o en qué medida han cambiado tus metas? ¿cómo ha sido esa transición, coma te ha redefinido como maker y como persona?

 

KV: Son varias cosas; llega un punto en que te quieres reinventar. Cuando estaba en Perú, tenía una empresa en donde trabajaba con ingeniería software, éramos business partners de IBM, por ejemplo. Después fui a Brasil a hacer la maestría en mundos virtuales, ahí comencé a trabajar con juegos tipo Second life, me gustaba el hecho de poder crear cosas imposibles en el mundo real. Cuando comencé el doctorado lo hice con la idea de poder crear esas cosas imposibles, ahora sí en el mundo real. Mi proyecto se basa en las computaciones visibles, en cómo tener tecnología que este totalmente escondida, usas los wearables que son productos de belleza, pero no pareces un cyborg, se trata de redefinir el concepto de productos de belleza.

 

DE: ¿Qué tan accesibles son estas tecnologías y qué tan recurrentes son en el mercado de la belleza?

 

KV: Estas tecnologías aún no están en el mundo comercial. Estoy en conversaciones con algunas empresas, espero que en algún momento estén disponibles para el público. Por ahora lo presento a través del performance y el arte, ya que es una manera de difundir esta tecnología. Venir de la computación te hace pensar en problema/solución. El arte me da una nueva opción para abrir los ojos hacia una nueva tecnología.

 

DE: Es importante ese espacio de experimentación par ¿ cómo ha sido tu experiencia en este bando del arte, retomando lo que decías de ser indisciplinado? Con la formación académica que tienes hablas de indisciplina lo cual es lo contrario que hace al academia. ¿ cómo concibes esta indisciplina?

 

KV: Mi universidad me dio la oportunidad de experimentar, me dio el espacio para crear innovación tecnológica. Hoy como investigadora y con mis colegas vemos que es importante saber cómo vamos a cambiar las materias y las formas de impartir las diversas disciplinas. 

DE: ¿Qué riesgos  encuentras en las tecnologías wearable?

 

KV: Más que riesgos son posibilidades de mejora. Hay varias cosas que se deben considerar: la privacidad, crear verdaderos soft-circuits, tenemos que superar el uso de baterías. En mi caso, que trabajo con la piel, el pelo, directamente con el cuerpo humano, hay varias cuestiones de seguridad. La tecnología cada vez será más específica y más diminuta. Esta tecnología la tendremos insertada en la piel sin necesidad de quitarla o ponerla. Siempre que creo algo nuevo tengo que verificar que no le haga daño a la piel. En los productos para uñas y maquillaje conductivo uso el material que ya esta en el mercado, que ya está aprobado. Combino procesos ya conocidos, pero escondo en ellos la tecnología.

Katia Vega

Investigadora

Actualmente, es un investigadora post-doctoral en la PUC-Rio (Brasil). Obtuvo su doctorado y maestría en Ciencias de la Computación en la misma universidad, bajo la supervisión del Prof. Hugo Fuks. Katia era una asistente de investigación en el Laboratorio de Wearables en HKBU (Hong Kong). Realizó la licenciatura en Ciencias de la Computación en la UNMSM (Perú). Es Co-fundadora de Soluciones Racionales (IBM Business Partner - Perú). Actualmente Sus áreas de investigación son la tecnología de la belleza, ordenadores ponibles, HCI. http://katiavega.com

Daniel Escamilla

Artista plástico y visual

Ha colaborado en diversas publicaciones impresas y digitales. En su más reciente producción ha realizado obra en diferentes formatos a partir de proyectos relacionales que exploran tres líneas de investigación: el emplazamiento en el mundo, la relación entre la memoria y la tecnología, y la nostalgia.