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¿Cómo se escucha el internet? Entrevista a Jordan Topiel Paul

Por Centro de Cultura Digital y Jordan Topiel Paul /

18 dic 2017

La serie Net Music, que culminó recientemente luego de seis años de exploración con lenguaje html y grabaciones de campo, es el punto de partida para hablar del flujo de trabajo de un artista cuyo proceso creativo suele comenzar con preguntas que lo han llevado a cuestionar las fronteras entre arte sonoro y música, la materialidad, la vida cotidiana en línea, el tiempo y su codificación.

Jordan Topiel Paul es un compositor de Nueva York. Luego de estudiar percusiones y composición se involucró en la música improvisada y comenzó a interesarse en la música electrónica en vivo, la composición con elementos electrónicos, instalaciones y un campo expandido del arte sonoro, una categoría que pone en cuestión al considerarse compositor más que artista sonoro.

 

Ana Cecilia Medina (ACM): ¿A qué se debe tu postura respecto a la diferenciación entre arte sonoro y música?

 

Jordan Topiel Paul (JTP): Creo que Max Neuhaus en su ensayo titulado “Sound Art?” lo resumió muy bien al decir que si hay arte hecho de hierro o de madera no lo llamamos arte hierro o arte de madera, simplemente es arte. Yo vengo de una historia de la música y la composición, a veces las cosas que hago parecen más de otros campos como la escultura o el arte digital, pero vengo de la música. Aunque también creo que esta categoría de la música no sirve del todo para nombrar las cosas que no tienen ritmo, no tienen armonía y que están grabadas pero que ya no es música. Para mí la música tiene un campo expandido y llamar a ese campo arte sonoro significaría que eso ya no es música. Eso es lo que no me gusta, para mí es completamente música.

 

ACM: Hablando sobre las fronteras entre arte digital y en específico con tu serie de Net Music, con la que buscas responder a esta pregunta de si hay algo específicamente sonoro en internet. ¿Cuáles son tus búsquedas ahí y cuáles son los posibles vínculos o relaciones con el arte digital u otros campos?

 

JTP: No es algo muy consciente, pero con cada proyecto o actividad empiezo haciendo preguntas y termino con otras preguntas. La práctica para mí es una manera de explorar preguntas, normalmente sin contestarlas. Para mí Net Music empezó porque pasaba mucho tiempo en internet, y sigo haciéndolo. Cada día pasaba muchas horas frente a la pantalla en un navegador y quería preguntarme si la historia de la música se trata de encontrar formas que quedan en el ambiente de la vida normal. Por ejemplo, en una línea de tiempo en la que pasamos de la cámara de música, el concierto, después el estéreo en la casa, ahora tenemos la compu y el internet. Entonces me pregunté ¿cómo sería una música hecha por y dentro del internet, una música nativa de internet? Eso es lo que hace el proyecto de Net Music, exploraba eso a través de varias ideas composicionales. Por ejemplo, varias piezas exploran el paso del tiempo o la armonía o la combinación de eventos y grabaciones para hacer espacios sintéticos. También me interesaba la idea de que, comparado con las grabaciones, cuando tocas (reproduces) una grabación es una recreación de un espacio. Me gusta que puede ser un espacio como un estudio de grabación o una grabación en vivo que estás recreando cuando estás tocando: la grabación es una recreación de un espacio. Otra idea que me interesaba mucho con Net Music era que podría ser un espacio nuevo, porque no se trata de recrear un espacio, sino de activar el espacio en donde se está tocando. Entonces, al estar tocando ese sitio, el espacio primario donde eso suena es donde estás tocando, no viene de otro espacio. ¿Me explico?

Captura de pantalla de Net Music de Jordan Topiel Paul

 

ACM: Sí, lo  que siento que sucede es un desdoblamiento o un encuentro, una especie de simultaneidad de los espacios. Entiendo que dentro de las piezas de Net Music hay algunas que reproducen grabaciones de espacios, entonces al reproducir o recrear este espacio primario como tú le llamas, se mezcla con el espacio de cualquier usuario, en cualquier parte del mundo que lo esté escuchando. Me parece interesante pensar que los sonidos o algún rasgo musical propio de internet pueda también estar compuesto de todos esos sonidos cotidianos que no necesariamente son musicales, pero al estar inscritos en las piezas de Net Music se genera una tensión tanto espacial, temporal y de toda una situación.

 

JTP: Hablas de reproducir los espacios y en Net Music hay algunas piezas que sí sintetizan un espacio nuevo. Creo que una buena metáfora es el ilusionismo de la pintura, que en los 60 había muchos pintores que cambiaron su medio. Por ejemplo pienso en Daniel Judd que empezó a hacer cosas más escultóricas porque con el plano de la pintura no podía evitar cierto tipo de ilusionismo. Es una metáfora que me interesaba mucho con Net Music, porque también hay un ilusionismo en la reproducción de grabaciones por ejemplo de discos, de CD’s o de MP3

 

ACM: Sí, pensando en la metáfora o la analogía con la imagen no estás viendo el objeto sino la reproducción del objeto o de la imagen y sucede lo mismo, pero diferente, con el sonido. No estás escuchando la fuente original o el sonido, no quiero decir puro, sino un registro de ese evento sonoro.

 

JTP:  Con Net Music podría crear un espacio nuevo que no fuera una reproducción, fue gracias al camino de la señal. Empezando con el código HTML, dependiendo cuál browser usas puede sonar distinto, además del equipo de la computadora y el estéreo, las bocinas, los audífonos y el espacio donde estás escuchando. Todo esto cambia la experiencia, el sonido y la pieza. Eso me gustó y eso es algo muy interesante con el internet, que cambia mucho dependiendo del sitio donde estés. Es una paradoja rara de los sitios específicos porque se supone que no importa dónde estás buscando cosas en el internet, que es lo mismo pero en otro lado no es lo mismo, siempre es distinto.

 

ACM: Esa es otra de las preguntas, ¿cómo piensas y cómo vives el internet? A veces pensamos o escuchamos que el internet es esta cosa fuera de la realidad, un espacio virtual, pero en realidad existe un vínculo material en nuestras vidas cotidianas y cómo nos relacionamos. Entonces, la pregunta es ¿para ti qué es el internet: un espacio, un instrumento, un territorio? ¿Cómo lo conceptualizas tanto en tu práctica musical como en la vida diaria?

 

JTP: Mi interés por el internet viene de la vida diaria, no al revés. De hecho, no me gusta el internet.  No me gusta la tecnología pero hay tantas cosas que no podemos evitar en la vida que… bueno, también ahí está parte del origen de Net Music. Tengo esta cosa que no voy a evitar en mi vida y quiero explorar cómo se puede hacer más estética, más poética. Creo que eso es una pregunta esencial del arte, es una necesidad. Y sí, paso mucho tiempo en internet buscando cosas, comunicándome con la gente, es algo inevitable. No me interesa tanto, pero me interesan algunas dimensiones, creo que esas dimensiones no son específicas al internet, sino a la vida y la organización de la gente.

 

ACM: Pensando en la escritura de código como esta forma de estructurar los sonidos que se reproducen cuando accedes a las piezas de Net Music. ¿Para ti la escritura de código es una especie de escritura musical, una notación, cuál es tu relación con el código como compositor de estas piezas?

 

JTP: No sé. Me gusta poner todo bajo una marca de la escucha y si quiero entender mi propia historia con el código tiene que ver con el deseo de saber cómo funcionan algunas cosas. El código que conozco ahora es muy básico, creo que lo aprendí cuando tenía trece años haciendo sitios de Angelfire y Geocities muy básicos. Me interesaba mucho cómo escribir páginas web, así aprendí algunas cosas de Javascript que me ayudaron a hacer más con los medios y con el tiempo y con eventos, pero todavía es muy básico. Y sí, para mí es escuchar y digo escuchar en la forma más amplia, escuchar también es tratar de entender las cosas alrededor de nosotros.

Creo que si queremos ubicar cada elemento en las cajas de composición, performance, interpretación, como de música convencional, el código sí funciona como una partitura. El código y las grabaciones funcionan como una partitura y el navegador con el equipo de la computadora es el intérprete. Pero no había pensado en eso antes o al iniciar la serie, fue algo mucho más natural, el querer escuchar algo, quería saber cómo saldrían estas preguntas musicales.

Jordan Topiel Paul tocando en Mérida, diciembre 2014

 

ACM: Volviendo a la escucha, ¿cómo se ha transformado? Hay varios autores que tienen distintas concepciones, a mí me gusta llamarlas poéticas de la escucha, tenemos a Roland Barthes, a Pierre Schaeffer, a Pauline Oliveros… ¿Ha habido alguna evolución en tu concepción y la práctica de la escucha y cómo es actualmente? Me gusta mucho esta noción de listening aids, que no sé cómo traducir. Estos gestos que buscan incitar o invitar a escuchar distinto.

 

JTP: Sí, es muy difícil. Hay tantos ángulos desde donde podemos entrar. Últimamente estoy pensando mucho en el tiempo y que la escucha es una manera de encontrar y tener experiencias con el tiempo. Hace unos días leí un ensayo de un artista que se llama Paul Chan, él escribió que los griegos tenían dos palabras para el tiempo: kronos y kairos. El kronos se trata del paso del tiempo, la medida del tiempo, como un término más o menos neutral, una unidad de tiempo, de una forma más científica. Y kairos se trata de lo opuesto, que es la calidad del tiempo y las cosas que el tiempo lleva dentro de sí mismo. Aunque no había pensado antes en dos significados del tiempo es algo que ahora me interesa mucho y que estoy buscando. Por un lado, que puedes imaginar una hora y por el otro una hora musical, una hora de escucha y que tal vez son distintas. Me interesa mucho lo más básico posible: pensar en los elementos musicales o elementos de la escucha. El tiempo es justo eso, ya no puedes simplificar más allá del tiempo. Si quitas ritmo y armonía y melodía y timbre, sólo tenemos el tiempo. Creo que eso es todavía algo muy interesante y es algo que me confunde mucho, pero me confunde bien.

Y la escucha, pues otra manera en la que me gusta explorar esa cuestión de tiempo es con ideas de ¿cómo se llama esa palabra? Lo arbitrario. Me gusta utilizar la idea de lo arbitrario porque nos ayuda a entender del tiempo sin las distracciones del genio del compositor o de la composición, aquello que hace el compositor. Creo que hay composiciones muy especiales pero tiene que ver más con la escucha y el tiempo. Me interesan mucho las ideas de decisiones arbitrarias. Una pieza que hice hace un par de años fue algo entre un performance y una sesión de escucha donde sólo pusimos unas sillas en el cuatro. La pieza se llama Audiencia, entonces la audiencia viene y escucha mientras hay un micrófono frente al escenario que me manda la señal a mí, que estoy escuchando al mismo tiempo pero en otro lugar. La pieza consiste en: inicio, escucha y final. Y con ella me pregunté no tanto por la escucha sino por la composición. Hablas de Pauline Oliveros, ella fue muy inspiradora de mis ideas de la escucha y de la composición porque a través de ella me di cuenta de que la composición es más una forma de ayudar la escucha o aumentar o pensar en la escucha que otra cosa.

 

ACM: ¿Cómo hablarías de un tiempo de la escucha? Puedo pensar que hay diferentes tiempos de escucha, dependiendo de los contextos y los estímulos que se estén recibiendo…

 

JTP: Sí, es dificil hablar de estas cosas porque creo que justo son estas cosas que evitan las palabras, que son tan abstractas que casi no podemos acercarnos a describir la experiencia. Hablaré de mi experiencia y perspectiva muy personal.  En los últimos cinco años entré a practicar una forma de artes marciales, kung-fu y se trata de una meditación muy difícil. Bueno, toda la meditación es difícil. Se trata de hacer absolutamente nada, parado en una postura por mucho tiempo. Idealmente una hora o más. Esa práctica cambió mucho mi entendimiento del tiempo y de la escucha. Se supone que durante esa meditación también estás escuchando y se supone que cada hora que dedicas a esa práctica dura lo mismo: una hora, pero en mi experiencia cada hora es muy distinta y no sé de qué depende exactamente, pero cambia mucho. Por eso me di cuenta de que una unidad igual de tiempo puede cambiar muchísimo y que eso conecta con esa idea griega de kairos que puede ser el mismo en terminos de cronos pero kairos es muy distinto. Entonces eso me dio muchas, no sé si fueron ideas, pero sí mucha inspiración para explorar el misterio del tiempo. Una composición que hice con esa idea se llama 80/40 y se trata de unos bloques de sonido de ochenta segundos y silencios que duran cuarenta segundos . Es una pieza que repite esa estructura un número de veces no determinada, pero que puse un rango en el código, pero no es hasta el performance que se sabe cuántas veces se va a repetir y cuánto tiempo va a durar. Tengo una experiencia muy fuerte con esta pieza y también la gente que la escucha y los performers, aunque las unidades duran exactamente ochenta segundos y cuarenta segundos de descanso cada unidad se siente muy distinta una de la otra. Tal vez depende de qué sonidos se eligen para tocar en los bloques porque también se trata de la combinación de sonidos que tocamos durante los bloques de ochenta segundos, pero no sé. Es un misterio que me interesa mucho y es algo que me empuja a seguir pensando y componiendo con esa cuestión del tiempo en la mente.

 

Jordan Topiel Paul y Liliana Rodríguez interpretando 80/40, Morelia, 2016.

 

ACM: Quisiera que nos hablaras un poco acerca de la arbitrariedad y Network Time Protocol

 

JTP: Es algo que empecé a explorar justo buscando maneras prácticas del código y del tiempo en el proceso de composición. Como te dije, el internet es neutral, no es tan interesante en sí mismo pero hay cosas muy interesantes. Encontré un hoyo muy profundo de medida de tiempo en Wikipedia, encontré el Network Time Protocol y toda la locura de medir el tiempo con tantos instrumentos y aparatos y algoritmos, conferencias de científicos por todo el mundo que cambian las convenciones y arreglan las diferencias. Hay tanto trabajo y tantos recursos dedicados a eso que me hace reír, sobre todo la precisión, es algo muy impresionante que tengamos que añadir días o segundos por esta cuestión del leap second. Aun con toda la precisión que existe no logramos medir un segundo o un día a un nivel muy extremo, hemos perdido la referencia natural. La medición del tiempo ya no tiene tanto que ver con la revolución de la Tierra ¡Ooops ponemos otro segundo!

 

ACM: Claro, y el Network Time Protocol es un fenómeno propio de una cultura mediada por internet, una sociedad globalmente conectada...

 

JTP: Sí, aunque a mí me hace reír mucho, es algo muy importante para coordinar todo el funcionamiento de internet y para que no crashée todo, como pensamos en Y2k o algo de ese tipo. Hay mucha gente inteligente trabajando para evitar esas catástrofes. También algo que últimamente pienso que es que ese nivel de precisión en la medición del tiempo tiene que ver con el sistema económico, con la labor y el régimen de los trabajadores, el capitalismo en los últimos siglos y tiene que ver también con ese nivel extremo de exprimir la última gota de trabajo de cada trabajador. Es muy interesante porque por un lado es algo muy puro a nivel científico, eso de medir la radiación de cesio, así se mide un segundo, pero todos tenemos una idea de un segundo, los podemos contar. Todos sabemos lo que es un día, es algo muy interesante. Me gusta ese contraste porque creo que dice mucho de nuestra sociedad.

 

ACM: ¿Dirías que tu trabajo es una tentativa por ironizar toda esta cuestión absurda de la medición del tiempo?

 

JTP: Mi trabajo tiene un lado completamente serio y otro lado completamente broma. Sí, hay que reír de nuestras tonterías como humanos. No sé dónde ubico mi trabajo en ese espectro de serio o broma, pero yo también soy una mezcla de seriedad y de broma. Otra de las cosas que quería hacer con el Network Time Protocol y la serie Net Music es que tienes esa posibilidad de coordinar el tiempo con tiempos universales, globales. Eso me interesaba mucho e hice una pieza que se llama A sound for a leap second y la idea fue marcar ese leap second con un sonido y no funcionó. No funcionó porque luego le pregunté a varios amigos científicos de computación de las estrategias pero no existe ninguna solución para ese leap second, hay unos trucos de cambiar los relojes manualmente. El leap second es algo completamente universal y estandarizado pero no hay una solución global, por ejemplo, leí que Google el último día antes del leap second añade unas fracciones de segundos y entonces los segundos que cuenta antes del leap second cuenta como un poco más de un segundo. Así es como solucionan ese problema.

 

ACM: ¿Qué es lo que sucede en la serie Talk Performance, en las que se integra una charla mediada por el tiempo, con la intervención del público? Me parecen una suerte de “metaeventos”, en los que mientras se desarrolla el evento se habla sobre ese mismo evento.

 

JTP: Esa serie empezó con Eric Laska, un amigo y colaborador. Primero lo hicimos en Philadelphia hace unos años y la idea fue combinar la idea de colaborar, escuchar instalaciones o proyectos de cada uno de nosotros y tener conversaciones sobre esos proyectos, todo al mismo tiempo. También es una exploración de la escucha. Son piezas llenas de ruido blanco o variaciones de ruido blanco que nos interrumpen aleatoriamente y de repente no puedes escuchar nada de lo que estamos diciendo. Nos gustó la idea de tener un discurso no tan discursivo y poder escuchar las obras mientras hablamos sobre ellas. Eso es algo que se acerca mucho a la idea de serio y broma. Es chistoso cómo mientras hablamos en un tono muy serio de nuestro propio trabajo de repente no puedes escuchar nada. Creo que eso frustró a mucha gente que quería escuchar la charla y lo encontró un poco fastidiosa nuestra actitud. Hace un año y medio lo presentamos en Aural con la colaboración de Alexander Bruck, entonces los tres hablamos, pusimos una pieza tipo instalación y hablamos de las piezas y de la escucha. También hubo interacción con el público que quiso hablar y preguntar. Creo que ese tipo de práctica explica un poco mi idea de que no existe una escucha tan pura. Creo que pensar en una escucha pura es peligroso. Distinguir entre esos modos de escucha sería perder algo de su riqueza, en la que pueden existir varios modos o varios registros de escuchar. Si no estás escuchando profundo porque tal vez estás pensando en la significación de algo o tal vez estás involucrado con el lenguaje ese también es un modo de escucha o involucrarse con ella y no tiene que ver con jerarquías en la escucha. Me gusta que la gente escuche cuando está durmiendo, hablando, cuando está instagrameando. No hay maneras de escuchar más válidas que otras. Hay experiencias que yo siento más profundas, pero ese es mi gusto personal.

ACM: ¿Cuál es tu postura en un tiempo de experiencias e intercambios inmediatos? ¿Tienes algún tipo de tentativa por frenar esa situación y escuchar?

 

JTP: Bueno, a mí no me interesa influir en la forma de escucha de la gente. O tal vez sí. Buena pregunta. Para mí la escucha sí es una manera de frenar las cosas y estar conscientes de lo que está pasando, pero como acabo de decir no hay una búsqueda de pureza. Hay varias dimensiones y lo que amo de la música, de la escucha y del arte es que te puedes aproximar a ellos desde muchas perspectivas diferentes. Con la idea de listening aids no estoy sugiriendo una manera específica de escuchar, pero sí dando unas pistas. Más bien es un tipo de catalizador que tal vez cambia algo, una pista para entrar en el kairos. Normalmente tiene que ver con la alienación. Hay muchas piezas que sólo se tratan de relajar o de entrar en escucha profunda, pero es algo que no me interesa tanto porque yo puedo encontrar o llegar a esa área de la consciencia al dormir o bañarme. Para mi esa es la diferencia entre la música new age y la meditación, esas cosas que salen de tus perspectivas y el arte que yo trato de hacer. Me cuesta mucho trabajo explicarlo pero diría que pienso en términos de listening aids y alienación. Es muy importante que algo tiene la posibilidad de cambiar perspectivas, pero no busco una perspectiva específica.

 

ACM: ¿Y para ti qué es lo que ha cambiado a través de esta práctica?

 

JTP: Lo que acabo de explicar de la riqueza de la escucha, eso es lo que ha cambiado más. Creo que antes mis ideas estaban más cercanas a las de Pauline Oliveros con la escucha profunda y era la única o la mejor manera de escuchar. Ahora me estoy dando cuenta de que hay muchos registros de escucha que no se pueden separar. La escucha es la escucha y está llena de una variedad de propuestas conceptuales, sociales, físicas, tantos que casi no los podemos nombrar. Eso es lo que ha cambiado más en mi propio sentido de la escucha.

 

ACM: ¿Cómo ha cambiado el internet o el uso de las plataformas luego de trabajar en él?

 

JTP: Ha cambiado mucho. Cuando empecé Net Music en 2011 no estaba pensando en celulares y desde entonces la mayor parte del tiempo que pasamos en línea es por celulares. Voy mucho más lento con esas piezas, la verdad es que no funcionan en celulares sólo en computadoras. Eso me alegra porque es un momento muy lógico para detener esas piezas, un límite muy natural debido al cambio del contexto de internet en los últimos cinco años que da otro contexto para trabajar. Eso ha cambiado tanto mi práctica como mi vida, todo sale de la vida y por supuesto que ha cambiado, pero no sé muy bien cómo.

 

 

Centro de Cultura Digital

Jordan Topiel Paul

Jordan Topiel Paul es un compositor de Nueva York. Luego de estudiar percusiones y composición se involucró en la música improvisada y comenzó a interesarse en la música electrónica en vivo, la composición con elementos electrónicos, instalaciones y un campo expandido del arte sonoro.