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Ada Lovelace, ciencia poética

Por Elena León /

13 oct 2015

Ada Lovelace es reconocida como la primera programadora; nótese: no la primera mujer programadora, sino "La Primera Programadora". Como veremos más adelante, desde su nacimiento, Ada tuvo a su alrededor mentes agudas y volátiles. Es decir, se desarrolló en un contexto en el que su pensamiento fue estimulado constantemente.

La programación en nuestra época parece un tema común, está ligado a la administración de los recursos de las empresas, de las instituciones y de la gestión de la información, ya sea ésta en una pequeña base de datos al interior de las dependencias, o bien, en el vasto contenido de Internet. Este “orden” corresponde a estructuras, y éstas estructuras derivan en órdenes de cosas; estos órdenes de cosas se pueden ver reflejados en la composición de las estructuras sociales en cualquier sector.  Conocer la biografía de Ada puede llevarnos a reflexionar sobre dichos órdenes y la incidencia que podemos tener en ellos.

Augusta Ada King fue la primera y única hija del matrimonio de Lord Byron y Anabella Noel (Anne Isabella Noel), nació 10 de diciembre de 1815 en Londres, Inglaterra; un mes y cinco días más tarde, Anabella decidió dejar a Byron y regresar con su hija recién nacida a casa de sus padres.

                         

 Se sabe que sólo existen dos fotografías de Ada Lovelace, ambas tomadas entre 1842-1843

La historia de amor entre Anabella y Byron no es necesariamente de la clase que encontraríamos en las historias de Disney pero tiene ciertos matices que la convierten en una historia interesante, no sólo porque estamos hablando de uno de los poetas más importantes del siglo XVIII, sino por la dimensión de ambos personajes, los poemas que vinieron después (es el caso de Don Juan) y el resultado por sí mismo de la vida de Ada.

James Essinger, unos de los biógrafos de Ada, decide comenzar la biografía hablándonos del padre de Byron, y después de la relajada manera en que Byron llevó su vida. Ambas historias presentan una época de títulos nobiliarios y dotes. Una Inglaterra donde las mujeres eran elegidas según su belleza y el tamaño de su dote. Si bien se describe a Byron como un poeta que consigue la atención del círculo aristócrata y los favores de algunas de las mujeres pertenecientes a esta clase, después de la publicación de algunos de sus poemas, la relación que desarrolla con Anabella no parece ser sólo cuestión de dinero, es posible que la atracción que Anabella tenía por los número haya sido peculiarmente interesante para Byron.

La relación de Byron y Anabella terminó después de que ésta abandonara a Byron debido al trato que éste tenía hacia ella, y al enterarse ésta que Byron sostenía una relación incestuosa con su hermana Augusta decidió no retomar la relación jamás. Los padres de Anabella no sólo alimentaron esta decisión, sino que la celebraron, puesto que desde el principio decidieron no entregar la dote a Byron por considerarlo un hombre libertino. Ello puede sonar razonable; sin embargo, en el siglo XVIII no era común. Podemos notar que los padres de Anabella tenían una postura liberal y que no tuvieron conflicto con que su hija se convirtiera en una madre soltera. Cabe añadir la situación particular en la creció Anabella, quien al ser hija única recibió una educación liberal. Estudió historia, poesía, literatura, francés, italiano, latín, griego, dibujo y danza.

La familia materna significó para Ada crecer en un seno aristócrata liberal, lo cual representó una ventaja para ella, puesto que no sólo la acercó a un círculo intelectual bastante distinguido, sino que le permitió desarrollar sus pasiones, entre ellas: el estudio de las matemáticas.

Antes de entrar de lleno en los logros personales de Ada, me gustaría citar un par de  fragmentos tomados de Don Juan, escrito por Lord Byron:

 

En una palabra, la madre de don Juan era una enciclopedia andando. Las novelas de Miss Edgeworth, los libros de Miss Trimmer sobre la educación o la esposa de nuestro viejo amigo Coleps corriendo en busca de su querido amante, son menos ejemplares que lo era doña Inés. Representaba la moral personificada y la envidia no hubiera hallado ni la más pequeña mancha censurable en aquel limpio diamante de su alma. Dejaba para todas las demás mujeres los errores y las debilidades de su sexo, para ella las virtudes. En una palabra, no tenía defectos… Lo que es peor que tenerlos todos.”

 “Gran pecado es casar a las doncellas sabias con hombres sin educación o con señores que sin mengua de ser bien nacidos y estar bien educados se fastidian de las conversaciones eruditas… No quiero hablar más sobre esta materia tan delicada; soy un hombre de bien que vive en celibato. Pero, decidnos la verdad, ¿no es cierto que ellas son las que llevan puestos los pantalones?”

 

Toole, quien realizó una biografía sobre Ada, señala que el personaje de doña Inés representa a Anabella. Por un lado parece que el autor tiene conflicto con una mujer que demuestra independencia en distintas maneras, y al mismo tiempo considera más inteligente que él. Por otra parte, aún cuando Byron no hubiese desarrollado este conflicto respecto de su esposa, es interesante encontrar esta clase de mujer en los poemas de Byron. Una mujer que incluso resulta incómoda debido a sus características intelectuales y de independencia.

Así es como la Princesa de los Paralelogramos asume la custodia de Ada y durante toda la formación de ésta tuvo especial interés en que su hija tuviera una educación matemática. Una de las preocupaciones constantes de Anabella fue la de suprimir la imaginación de su hija, la cual atribuía como herencia del padre y consideraba especialmente peligrosa.  El conflicto de la madre de Ada con la naturaleza del pensamiento de su padre marcó su vida, ya que su educación se centró en evitar que desarrollará la personalidad del padre, y en cambio,  que tuviese un pensamiento racional. 

Los amigos de Ada fueron escasos, ya que su madre fue muy estricta en ese sentido. De esta manera, la mayor parte de su infancia transcurrió a solas rodeada de institutrices y profesores que la madre determinaba adecuados. En un tiempo, Anabella, inconforme con la “calidad” de la educación que recibía su hija y considerando que la educación no satisfacía las necesidades de ésta, decidió ser ella misma quien instruyera a Ada. La educación de Ada inició a los cuatro años de edad. A los ocho, un día en la vida de Ada se desarrollaba de la siguiente manera:

 

Música 10:00

Lectura de francés 11:15

Aritmética 11:30

Trabajo 1:30

Música 3:15

Ejercicios de francés 4:30

 

La educación de Ada se basó en un sistema de tickets de premios o recompensas según los resultados que diera. Ella obtenía tickets cuando lo hacía bien, pero estos le eran confiscados por la madre si Ada no cumplía sus expectativas. Si el sistema de recompensas no motivaba lo suficiente a Ada, ésta era encerrada en el clóset hasta que ella prometiera comportarse y trabajar más duro.

.. she had a particularly deep mistrust of Ada’s imaginative approach to science and Ada’s tendency to seek playful uses for science and mathematics.[1]

Sin embargo, aunque la educación en casa fue muy estricta y apegada a las matemáticas, la figura del padre siempre estuvo presente, no sólo porque Ada era identificada como la hija de Lord Byron, sino porque la mente de Ada mostró sus primeros dones a la edad de 12 años. Ella quería volar. Comenzó a observar detenidamente a las aves y a pensar en distintos materiales que pudieran funcionar como alas. Así, escribió una guía de vuelo llamada “Flyology”, que podría ser traducida algo así como “Vuelología”. Ahí anotó todos sus descubrimientos. Ideó una máquina en forma de caballo, elaborada a partir de distintos materiales, que en la imaginación de Ada, esta especie de Pegaso mecánico le permitiría surcar los cielos.

Pese a lo revolucionaria que era la educación y la postura de la madre de Ada para el siglo XVIII, uno de los deseos de Anabella fue que su hija contrajera nupcias con la vieja aristocracia, cuyos títulos nobiliarios eran de al menos un siglo de antigüedad, y que pudiese proporcionarle una confortable vida doméstica; es decir, las ideas de la madre no concebían aún que su hija fuese una mujer de ciencia, éste era un tipo de vida desconocido hasta el momento. Sin embargo, Ada se mantenía ocupada con el estudio de las matemáticas y con la amistad que entablaría con Mary Somerville, importante matemática, astrónoma y científica escocesa, fue una de las figuras importantes con las que Ada estableció amistad y correspondencia, cartas en las que prevalecían los intercambios y consultas sobre temas matemáticos. 

   

                                  Diagrama de Lovelace de la nota Si, el primer algoritmo informático publicado.

 

En 1833, Ada asistió a una fiesta de la alta sociedad, fue ahí donde conoció a Charles Babbage, un renombrado matemático a quien se atribuye el invento de la primera calculadora. En esa época, Babbage era un viudo en los cuarenta años, y cuyo tema favorito era La Máquina de Diferencia (Difference Machine), una máquina capaz de hacer cálculos con el sólo movimiento de una mano. Ada se interesó bastante en el tema y comenzó a tener correspondencia y a visitar a Babbage. En ese tiempo, Babbage se enroló en una nueva empresa, la construcción del Motor Analítico (Analytical Engine). Sin entrar en honduras sobre las vicisitudes del financiamiento de este proyecto, es importante señalar que Ada se apasionó en el tema e hizo la traducción del texto de Babbage del francés, agregando notas que representaron tres veces más la extensión del texto original. Esta versión fue traducida en 1843 y es considerada una de las contribuciones más grandes a la computación.

El Motor Analítico se caracteriza por haber incorporado una unidad aritmético-lógica, un flujo de control en forma de una bifurcación condicional y bucles. Además, incluía una memoria, lo que hace de esta máquina la primer computadora desde la concepción moderna. 

Además de las cartas y regaños que Ada hizo a Babbage por incurrir en ciertos errores matemáticos, lo sobresaliente es la visión de Ada respecto a la estructuración del pensamiento y el reflejo de éste en la configuración de una máquina. Ella llegó a expresar que Babbage no tenía idea de lo que tenía frente a él y de la trascendencia que esta representaba. Ada fue capaz de predecir el impacto que tendría la actual revolución computacional.

              

Esta conclusión se atribuye a la cualidad de Ada de integrar poesía y ciencia, la de integrar la imaginación y la ciencia. Es aquí donde podemos rescatar el resultado entre la pugna del pensamiento matemático industrializado de la madre, y la pensamiento poético del padre.

“You will not concede me philosophical poetry. Invert the order! Will you give me poetical philosophy , poetical science?” Ada Lovelace. [2]

Babbage escribió en alguna ocasión a su amigo Michael Faraday, expresándose sobre Ada de la siguiente manera:

“That enchantress who has thrown her magical spell around the most abstract of Sciences and has grasped it with a force which few masculine intellects  (in our own country at least) could have exerted over it.”[3]

Ada sufrió a lo largo de su vida distintas enfermedades, entre ellas una úlcera en el útero que la llevaría a la muerte en 1851. Estos padecimientos la llevaron a consumir drogas como el opio para mitigar el dolor. Sobre esta droga ella se expresó que tenía efectos importantes en su manera de ver, pues parecían libres y muy abiertos. Y que apagaban las sensaciones de ansiedad y afanes, que se presentaba una sensación de armonía y parecía poner todo en su lugar.

Sadie Plant aborda el tema de la histeria en la especie de biografía que hace sobre Ada Lovelace. En ella, traza una línea donde recorre las concepciones sobre la “histeria”, y nos hace notar que Ada perteneció a esta clase de histéricos. En aquella época fue considerada una enfermedad de mujeres; no obstante, al parecer es esta histeria, esta inconformidad con el mundo, este querer más todo el tiempo fue lo que llevó a Ada a relacionarse con algunas de las mentes más brillantes de este siglo: Charles Dickens, Charles Babbage, Michael Faraday, Mary Somerville, Joana Baillie, James Phillips, entre otros.

El tema de la personalidad histérica y el método llamado Poetical Science, son dos factores que colocaron a Ada como un ser humano curioso y persistente, que la llevaron a ir más allá de las fórmulas matemáticas y pensar en éstas de una manera poética, llevándola a interesarse en la manera en que éstas podían servir a la construcción del mundo a partir de categorizaciones mediante el uso del álgebra, a apasionarse por las estructuras, a pensar que las matemáticas más que métodos podían, si eran pensados con un poco de poesía, convertirse en una manera de ordenar el mundo, y es por ello que Ada es considerada una de las figuras más importantes en la ciencia.

 

Referencias:

Essinger, James, Ada's Algorithm: How Lord Byron's Daughter Ada Lovelace Launched the Digital Age. 

Byron, Lord, Don Juan.

Plant Sadie, Zeros + Ones.

Toole, Betty A., Ada, the Enchantress of Numbers: Poetical Science.

  

[1] …Ella sentía una particular y profunda desconfianza por la visión imaginativa de Ada  hacia la ciencia y su tendencia a buscar usos lúdicos para la ciencia y las matemáticas.

[2] No vas a concederme la poesía filosófica. ¡Invierte el orden! ¿Me concederías la filosofía poética, la ciencia poética?- Ada Lovelace

[3] Esa hechicera ha lanzado su hechizo sobre lo más abstracto de las ciencias y lo ha captado con una fuerza que muy pocos intelectos masculinos (al menos en nuestro país) han podido ejercer sobre ello.

Elena León

Licenciada en Comunicación y Periodismo

Es Licenciada en Comunicación y Periodismo por la UNAM; Mtra. en Filosofía de la Ciencia, con especialización en Estudios Fiolosóficos sobre Sociedad Ciencia y Tecnología. Actualmente trabaja temas sobre semantización y categorización del conocimiento en la Internet.